Así lo adelantó a este Diario el titular del CIL, Miguel Paulón, sobre la tarea que desarrolla la Subsecretaría de Lechería, luego del reclamo industrial.por Elida Thiery
Se podría decir que 2013 fue un año calmo para la lechería. El clima hizo su parte para que los precios no vuelvan a declinarse y cierta sostenibilidad por encima de los dos pesos hizo que los productores no pierdan tanto como en el último tiempo.
Del mismo modo, para las industrias fue un año más regular, más parejo, sin los sobresaltos de 2012 y con precios que fueron acompañando más la intención de venta.
“Estamos cerrando un año 2013 que va a estar levemente por debajo del año anterior. Si bien preveíamos que íbamos a superar las cifras de la producción, con el impacto de los últimos días de diciembre, con el calor, nos está dando un número final inferior, que rondaría un poco menos que el uno por ciento”, dice Miguel Paulón en cuanto a la retracción productiva en el acumulado del año que acaba de concluir.
Cantidad de litros y menores cálculos en sólidos se dan “por una cuestión bastante lógica, a raíz del estrés calórico que se ha vivido y que se volverá a repetir en los próximos días. Por eso la reducción de la producción y la caída de sólidos, son dos elementos que nos demuestran que aún faltan estrategias para mejorar el bienestar animal”, explicó el titular del Centro de la Industria Lechera.
En su último encuentro de hace poco más de una semana, la Mesa Nacional de Productores de Leche trataba el tema de las pérdidas de productividad a causa de la ola de calor, reinstalada en el núcleo tamberos del país, con cifras cercanas al 30 por ciento de afección. En este sentido desde el CIL se considera que “parecería que muchos tambos todavía no están preparados para afrontar situaciones de este tipo”. Aunque excepcionales los márgenes constantes por encima de los 40 grados, durante tantas jornadas, es cierto y a simple vista se percibe que los tambos están precisando mayor atención en este sentido, para que las vacas no acusen tanto recibo del calor, la humedad y el sol a la hora de ser ordeñadas, más allá de la afección que pueda derivarse de la caída de calidad de los forrajes. Por un motivo tan sencillo como la baja de la recaudación económica y su consecuencia en la industria.
Paulón señaló en su diálogo con LA OPINION el buen ritmo de inversión que se dio durante 2013. Haciendo una somera enumeración, habló de la planta en Franck de La Ramada, el equipo de producción de polvo de 400 mil litros para Vacalín en Ing. Bavio, Lactear en Morteros sumará 350 mil litros de capacidad diaria, Noal en Villa María, SanCor en Chivilcoy, Mastellone en Trenque Lauquen para la recuperación de sólidos de suero del queso, la ampliación de dos plantas de Saputo tanto en Rafaela como en Tío Pujio, además de algunas incorporaciones de líneas para la producción de leche larga vida o maternizada, fraccionadoras, equipos de concentración de sueros o plantas de quesos en las pymes. “Viene habiendo una incorporación de inversiones, quizá en un proceso silencioso pero continuo que permite pensar en un mejor 2014, ya que en el caso de los productores también hubo mejoras en la inversión durante el año pasado”, por lo tanto, el dirigente industrial entiende que “de mantenerse estas condiciones equilibradas, las inversiones van a continuar”.
EL NEGOCIO
Había versiones de sugerencias del Gobierno para que a la producción primaria no se le abone más que 2,50 pesos por litro durante este año para que esto no tenga impacto en los lácteos para el consumo interno, sin embargo el trascendido fue negado a LA OPINION por Paulón, que habló del ritmo del mercado y de cómo las empresas se acomodan a la demanda y las posibilidades.
“Los precios se han mantenido sostenidos en el mercado internacional y eso unido a la variación del dólar que se está produciendo, particularmente desde el mes de diciembre, hace que los números se hayan continuado ajustando”, sobre todo teniendo en cuenta que se continúa en un promedio de cinco mil dólares para la tonelada de leche entera en polvo, en lo que son las cotizaciones de venta internacional.
Para muchos, la falta de ordenamiento inicial del sector, determina que no haya un mercado en sí, dentro del país. Sin embargo las empresas se las ingenian para traccionar las ventas.
“En cuanto a los mercados internacionales está un poco más tranquilo Brasil (gran comprador, pero a la vez en conflictiva relación durante los últimos años), pero Argelia, Venezuela, China están firmes y son los más importantes para la Argentina”. En tanto, con respecto a los ROE, “no ha habido demasiadas dificultades”, sin embargo, los permisos de exportación experimentaron en las últimas semanas algunas demoras denunciadas ante la entidad, de forma específica.
Paulón cita que actualmente “están siendo más demandantes las empresas que elaboran leche en polvo para la exportación, con lo cual hay algunas pymes que en vez de elaborar quesos, prefieren derivar la materia prima a las grandes para hacer polvo”, lo cual demuestra que “está bastante parejo el negocio entre la LEP y los quesos”, una cuestión que tiempo atrás ganaban ampliamente los productos de mayor valor agregado.
Cabe destacar que algunas de las industrias que están dentro del CIL fueron convocadas para el nuevo programa de “precios cuidados“, lo cual fue aceptado, ya que en la mayoría de los casos los márgenes negociados con las cadenas comerciales, están acordes a los costos”. De este modo, el acuerdo de precios, por parte de los lácteos se dio de una manera más confortable que en otros rubros, según se puede entender.
PARA JUNIO
Con la permanencia, previa renuncia y reconfirmación en el cargo del subsecretario de Lechería, Jorge Videla, de alguna manera hubo un beneficio en el reclamo por los plazos de aplicación de la liquidación única, esta forma de pago por la calidad de la leche, en lugar de la cantidad.
Dejó de regir una suerte de recurso de amparo, interpuesto por el CIL para tal fin a fines de 2013 y “nosotros lo hemos discutido durante el mes de noviembre y algunos días del mes de diciembre y a raíz de eso, la Subsecretaría ha estado trabajando sobre todo en los plazos de vigencia, que se correrían al 1º de junio de 2014”, con lo cual sería más factible la aplicación de la norma que prevé que las bonificaciones sólo se restrinjan al cinco por ciento de la conformación del precio y el 95 por ciento del total obedezca a la composición, a los sólidos de la materia prima.
La intención del CIL es que se genere un espacio interinstitucional donde intervenga la industria, el Gobierno, las entidades de productores que permita “difundir todo el cambio que se pretende y hacia dónde se orienta para que realmente sea efectivo”. Cabe destacar que actualmente las grandes industrias ya están pagando de esta manera, con una buena adaptación de precios, transformados de litros a composición de manera ágil, sin embargo lo que Paulón destaca es que hay muchas pymes que están lejos de cumplir con el requerimiento. “Nuestra manifestación es que si no se logra generalizar este sistema entre todos los actores de la lechería, va a haber mucha gente que gozaría de muchos márgenes especiales”, lo cual sería injusto ante quienes ya adaptaron su forma de pago.
Miguel Paulón explicó que “las autoridades manifiestan que tienen previsto poner en marcha un sistema de fiscalización para incorporar a la gran cantidad de actores que todavía no se han metido en esta nueva forma de pago”.
Sería entonces de cumplirse en ese plazo una situación de más transparencia para el sector, aunque aún falte un largo tramo por recorrer en la formalización del mercado lechero nacional, del que tanto se habla y sobre el que poco se hace.
ES LA FORMALIZACION DEL PAGO POR CALIDAD Y NO POR CANTIDAD QUE YA CUMPLEN LAS GRANDES INDUSTRIAS
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