#Argentina: La lechería sigue estancada y buscando precio

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Hoy son muchos los tamberos que no se pueden sacar las botas de goma, porque sus explotaciones se cubrieron de agua por las fuertes lluvias de diciembre.
Muchos venían de una inundación de polvillo con la sequía del año anterior. Sin embargo, en todos los extremos de la vida productiva, insisten en persistir en la actividad.
Será la terquedad de los pioneros la que continúa en esta noble actividad, a través de la manos que hoy conectan ordeñadoras, en la voluntad de superación que permitió con el correr de las décadas mejorar la productividad por animal, encontrar el forraje adecuado, el balanceado más indicado, en definitiva, los secretos de una producción inclusiva, que desborda hacia los pueblos la inclusión laboral, el beneficio económico.
Más allá de esto, la lechería es una de las actividades más olvidadas por un Gobierno que en la prédica diagrama una idealización, pero en la práctica deja que se multipliquen las crisis, las quiebras y sea incesante el espíritu de reclamo.
El total ordeñado en el país es el mismo que hace mucho más de una década y hace dos años que las cifras no pueden despegar, esperándose incluso un 2013 con este ritmo.
De arriba para abajo, la fase comercial sigue transitando con la ventaja del ajuste de precios al consumo, de manera continua que superaron ampliamente el año anterior el 25 por ciento; las industrias perdieron gran parte de su principal aliado brasileño, no pudieron cumplir los planes de expansión esperados.
Además, enfrentaron la mayor protesta tambera de la historia más reciente, pagaron todos los ajustes salariales de los trabajadores lecheros, e incluso cumplieron con todas las exigencias del Ejecutivo, concentrando un esfuerzo para sumar centavos y asegurarse la materia prima en el cierre de un año con menor producción de la esperada.
Finalmente los tamberos, salieron sólo por acción del clima del estancamiento del1,50 pesos por litro -unidad de medida en la que se sigue pagando a pesar del sueño idílico de la Subsecretaría de Lechería de la liquidación única y el pago por
calidad y no cantidad-, para ganar de a tres céntimos, para empezar 2013 a 1,60 en promedio.
La clara necesidad es de encontrar un piso para este año de 1,90 pesos por litro de leche cruda. Se tiraron millones de litros en el comienzo del pasado agosto, en el marco de una protesta progresiva desde el último marzo.
El funcionario responsable del sector se desligó en un momento del tema al mencionar «que se arreglen entre ellos», como si entre industrias y tamberos se haya asentado una guerra.
Lejos de esto y en la medición de fuerzas, fue él mismo quien obligó a la firma de un acuerdo para el final de los bloqueos a más de 20 plantas lácteas en Santa Fe y Córdoba, que no tuvo al momento ningún tipo de cumplimiento.
Ni la reunión del mes de junio en el Ministerio de Agricultura consiguió la comprensión del Estado sobre los pedidos básicos de la producción.
Ante Haroldo Lebed, coordinador Político-Institucional y de Emergencia Agropecuaria que ya había aparecido en las ausentes ayudas por sequía del comienzo de la campaña gruesa anterior, se inscribía en un acta «dentro de los próximos 30 días se acordara una agenda de trabajo para el tratamiento de los temas estructurales según las presentaciones de las Cámaras de Productores de Leche y Mesa Nacional de Productores de Leche».
Pasaron más de seis meses y no hubo, ni siquiera nuevos acercamientos: no se avanzó en la necesidad de financiamiento para promocionar exportaciones industriales, no hubo devolución agilizada del IVA en estas ventas, ni capital de trabajo para los productores, con tasa bonificada.
Mucho menos llegó a haber ayudas económicas a tamberos.
Claro que el estudio de competitividad de la cadena, que excluía a la fase comercial, no se presentó jamás, porque así se entendería el reparto económico que hay entre productores e industriales, tema que no interesa corregir según los manejos estatales de la economía.
El único interés es el de seguir teniendo la potestad de manejar las cifras a gusto y según la necesidad estacional.
Son todas trabas, son impedimentos de hacer que bajan desde un Estado paralizado, agobiado por la inflación, por la falta de caja; y sobre todo, carente de voluntad para mejorar las condiciones de todo un sector, sin comprensión lógica del caso, pero plena de realidad, que aplastan la ponderación ministerial de Agricultura, o la vencida creación por falta de respuestas de la Subsecretaría de Lechería.
Especial para NA, por Elida Thiery. Periodista, especialista en lechería.
http://elidaescribe.blogspot.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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