La leche se empieza a vender por contratos y con previsión,por Elida Thiery. La Bolsa de Comercio de Rosario comenzó a operar con los contratos entre tamberos e industrias, para mejorar las condiciones de venta de la leche y poder generar precios de referencia reales.
Fue en enero de 2011 que LA OPINION adelantaba el camino que la Bolsa de Comercio de Rosario comenzaba a andar con destino a la lechería.
Si bien en un principio no se ofrecían versiones oficiales al respecto, el sendero estaba trazado y finalmente hace pocas semanas se activó la intervención de la entidad para la fijación de contratos entre productores y empresas lácteas, para orientar los precios y en definitiva hacer previsible a la actividad.
Consultado por este Diario, el Ing. Cristian Amuchástegui, presidente de la BCR repasó todo el proceso de desarrollo de la iniciativa. “Lo que se logró después del contacto con productores lecheros, que están organizados para trabajar directamente sobre el tema comercial y lograr una mejor condición, nos indicaron que la dificultad mayor que había era la de no tener un mercado de referencia del cual tomar precios y tener un esquema de contratación. No tenían prácticamente nada en cuanto al encuadre comercial”. Es la tradición del contrato de palabra la que lleva a los productores a someterse a la voluntad industrial para el pago de la materia prima, al precio y en el plazo que cada una defina.
“La idea era la de desarrollar un esquema que le dé una mayor claridad comercial para el que vende; y para el que compra, una relación con el vendedor que le asegure la materia prima, tal como lo necesita cualquier industria”, remarca Amuchástegui.
El inicio de las conversaciones se dio hace más de tres años, donde se incluyeron algunas industrias en el progreso, donde quedaba en claro la necesidad de conseguir la formalidad que pueda derivar en el cálculo de un precio de referencia.
Desde la BCR se manifiesta que “esto necesita mucho apoyo”, en alusión a las injerencias del Gobierno Nacional e incluso del de la Provincia de Santa Fe en la materia, ligando este adelanto con los avances en cuanto a la liquidación única que se tienen que ir dando para el pago por calidad y no por cantidad de materia prima, un anuncio oficial que no termina de plasmarse en la realidad, sobre todo por la falta de laboratorios arbitrales. Es así que entre las determinaciones nacionales, Santa Fe aporta su trabajo e interés, en el marco del Plan Lechero Santafesino, donde se traducen las necesidades sectoriales que incluyen a la publicación del precio de referencia, la ampliación de la red de análisis de la materia prima, e incluso se llega a la instalación a futuro de una planta de secado para leche en polvo. Pero en todo esto se inicia en la “necesidad, tanto de compradores, vendedores y de los poderes públicos de llegar a un sistema más racional y más claro”.
Por parte del Ministerio de Agricultura de la Nación, el Ing. Lorenzo Basso es el que trasladó el visto bueno para este avance, mirada a la que se sumó el Subsecretario de Lechería, pero también el esperancino ministro de la Producción, Carlos Fascendini y el secretario del Sistema Agropecuario, Agroalimentario y Biocombustibles, Luis Contigiani. “Estamos trabajando de la mano de ellos, porque entendemos que para todos es un proceso de ganar-ganar que va a dar transparencia a través del tiempo, porque es un sistema que necesita su maduración para terminar de ver los resultados”.
CONTRATOS
Progresivamente, “lo que se ha logrado desde el mes pasado es un acuerdo entre los sectores vendedores y compradores para definir un tipo de contrato unificado, lo cual ha posibilitado que tanto algunas industrias y algunos productores ya estén empezando a desarrollar el uso de este contrato. Esto es muy prematuro, pero ya estamos en condiciones de ir conociendo próximamente a los primeros precios”, aseguró el titular de la BCR, que puso de relieve que al haber aceptado ambas partes que la entidad los registre y que interponga a un tribunal arbitral en caso que haya diferencias en la negociación y así poder subsanar esos conflictos.
“Hay una industria, interesada desde hace tiempo, que ya comenzó a adoptar el sistema de contratos, para conseguir fidelizar a sus proveedores, como principal motivación”, comentó el directivo indicando la utilidad de esta mediación que hace la Bolsa, con lo cual “a medida que haya volumen se van a poder utilizar otras herramientas en base a esos contratos, e incluso se pueden estar indicando los precios de referencia que esté lográndose en el mercado real” ya que el que informa actualmente el Ministerio de la Producción termina siendo un promedio y no el pago directo concreto a cada productor, por parte de las industrias. La intención es generar la referencia a través de las cifras que figuran en los contratos, con lo cual se podría habilitar el espacio para generar vinculaciones estandarizadas pero a futuro, para productores e industriales, lo que “permitirá saber en ambos casos cómo se va a vender la producción y para la industria tener la seguridad de poder comprar la materia prima en una proyección de meses. Eso le da la seguridad a estos sectores de poder manejar sus finanzas, pero también su esquema comercial”, suponiendo mejores estrategias de venta para el mercado interno, así como para la exportación. En definitiva la lechería comienza así una etapa inédita de ordenamiento, de previsión en números, tanto de económicos, como de volúmenes productivos. A medida que se vayan haciendo los contratos se podrá evolucionar al precio de referencia esperado, aunque con las tareas ya cumplidas las evaluaciones iniciales son muy buenas.
“Hay que vencer una inercia de muchos años, donde la liquidación la hacía la parte compradora, cuando no había otro sistema. Hoy al tener este nuevo mecanismo de contratación se abre la alternativa a una nueva etapa”, remarcó.
El titular de la BCR reconoció que la leche era una de las materias pendientes para agregar a la cartera de servicios. “Nosotros hemos firmado un acuerdo con varias entidades del país, para ir incorporando productos regionales como por ejemplo el algodón, el azúcar, el vino, el arroz. Hay mucho interés en trabajar con productos que están esperando trabajar con un mercado transparente, con precios reales a los que se pueda referir cuando se están haciendo operaciones”, concluyó Amuchástegui.
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