El valor de la hectárea en la zona núcleo agrícola ronda los US$ 15.000 dólares, contra unos u$s 3.500 por hectárea en zonas ganaderas. La caída de la rentabilidad se agravó con las inundaciones otoñales y la devaluación.
Durante 2013, la producción de leche cruda cayó un 2,0%, mostrando una tendencia decreciente que se mantuvo durante los primeros cinco meses de este año con caídas interanuales, que superaron en abril y mayo el 5% y 7% respectivamente.
De continuar esta coyuntura, a diferencia de lo que ocurre en los países vecinos, la producción de leche podría retrotraerse al volumen que se produjo en 1999.
Las políticas públicas aplicadas al sector provocaron fuertes pérdidas a los productores, forzando una transferencia del sector primario de US$ 2.760 millones sin que los consumidores recibieran beneficio alguno, los que hoy pagan, inclusive “en los precios cuidados”, entre 3 y 5 veces el precio que recibe el tambero.
No se entiende que en estas condiciones el gobierno consolidara esta situación de quebranto al presionar a las industrias a congelar el precio del productor a los valores de abril, bajo la amenaza de desautorizar las operaciones de exportación.
El resultado es que se seguirán liquidando tambos, y con ello la caída del nivel de actividad y de empleo en el interior.
Frente a esta realidad, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias y la Mesa Nacional de Productores de Leche se reunieron con los titulares de las carteras agropecuarias de Buenos Aires, Alejandro Rodriguez, Santa Fe, Carlos Fascendini, y Córdoba, Julián López, las tres provincias responsables de más del 90% de la producción nacional de leche.
Valoramos este encuentro de trabajo conjunto que se realizó en el marco del acuerdo de cooperación recíproca que firmaron estas provincias en marzo.
Durante la reunión, los funcionarios se comprometieron a encontrar una rápida respuesta la crisis de la lechería y transparentar la cadena láctea.
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