Osvaldo Costamagna fue visitado de madrugada por inspectores al iniciar el ordeñe
En la última protesta de los tamberos , hace diez días, Osvaldo Costamagna, un productor lechero de Tío Pujio, en el sudeste cordobés, tuvo una activa participación en un piquete frente a una industria láctea. Fue uno de los líderes de la protesta en ese punto.
Pero después de esa movilización, en la madrugada del viernes pasado, exactamente a las 3.15 horas, dice que recibió la visita de tres integrantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en su establecimiento.
«Estábamos por empezar a encerrar las vacas para hacer el tambo, a las 4 de la mañana, y llegaron dos hombres y una señorita. Se identificaron como de la AFIP y pidieron controlar los litros [de ordeñe]», contó Costamagna, en diálogo con LA NACION.
Si bien vio que los inspectores se identificaron como representantes del organismo, Costamagna no les preguntó de qué delegación eran. Pero recuerda perfectamente lo vivido.
«Esperaron que terminara el tambo y pidieron ver cuántos litros se habían ordeñado», dijo. Según el tambero, permanecieron en el lugar poco más de una hora y media. Anotaron los litros producidos y se fueron.
Consultada por este caso, en la AFIP una fuente indicó a LA NACION que no tenía información para brindar. Pero agregó: «La AFIP no actúa de manera caprichosa; actúa de acuerdo con las fiscalizaciones que realiza».
Costamagna es un tambero chico. Su tambo produce unos 1500 litros de leche por día, con algo más de 80 vacas en ordeñe. «Lo estamos pasando mal», señala el productor sobre el tambo, y explica que cobra 1,54 pesos el litro, una cifra similar a lo que le cuesta producir un litro de leche. Como no tiene electricidad, para el tambo tiene que usar combustible líquido. Gasta entre 13.000 y 14.000 pesos por mes en gasoil para el equipo que utiliza en el tambo.
Además, explica, tiene que pagar una abultada cifra todos los meses entre créditos y alimento balanceado para los animales.
Con los representantes de la AFIP en el tambo, Costamagna afirmó que buscó tratarlos «lo mejor posible». Admitió, no obstante, sentirse «helado» con esa visita inusual. Nunca antes había pasado por un episodio similar.
Voz y voto
El tambero subraya que tuvo un rol importante en la movilización tambera en su zona. «Yo estaba a cargo del piquete. Participé y tuve opinión y voto», expresó.
Costamagna calificó de «llamativa» esa visita de los inspectores al tambo. «Para mí, es medio un apriete; tal vez molestara que hablara», dice sobre su participación en la movilización e, inclusive, por las palabras que expresó en algunos medios de comunicación. De hecho, el lunes pasado, la foto de Costamagna salió en el diario Clarín.
«Yo estoy tranquilo», agrega, después del episodio vivido. A Costamagna lo acecha la inquietud por saber si va a recibir algún requerimiento más de información o no, ya que, según destaca, los inspectores sólo se llevaron de su campo el dato de los litros producidos.
Este tambero es socio de la Federación Agraria Argentina (FAA) en la regional de Villa María, ciudad cercana a Tío Pujio. En esta entidad están convulsionados por la noticia de la inspección.
«Esto sorprende», indicó Carlos Baravalle, director de FAA. Baravalle dijo que durante los bloqueos a las usinas lácteas , inclusive las empresas llegaron a enviar escribanos para que dejaran asentado que los tamberos impedían la circulación de los camiones con leche.
Para este director de FAA, lo ocurrido a Costamagna es una «intimidación». «Es una intimidación a alguien que sale a protestar; es para decirle: «Mirá lo que te pasa cuando protestás»», destacó..
Por Fernando Bertello | LA NACION
