En este contexto, las pequeñas empresas están obligadas a bajar sus precios para poder competir con los valores de las grandes marcas.
Las grandes empresas lácteas, a excepción de Sancor y La Serenisima, dejaron de realizar negocios de exportación y vuelcan toda la producción de quesos al mercado local, por lo que según proyectaron a Infocampo diversos empresarios Pymes, habrá un impacto negativo en los precios de los productos, especialmente los de consumo masivo.
Se trata específicamente de empresas que procesan más de 600 mil litros de leche diarios, que al considerar la fuerte baja internacional de los productos, decidieron re-direccionar la producción y negociar con los supermercados a valores inferiores a los que se venían manejando en negocios con las pequeñas y medianas industrias lácteas.
En este sentido, los números hablan por si solos. La comercialización de un queso cremoso que las pequeñas usinas vendían en una escala de precios (dependiendo de la calidad y la cantidad negociada) entre 21,00 y 22,50 $/kilogramo Iva incluido; hoy estas industrias que dejaron de exportar lo ofrecen a 17,50 $/kilogramo, Iva incluido y en el mejor de los casos a 19,00 $/kg.
Esta situación puso en alarma las aquellas industrias que venían manejándose con precios estables, y que, por el contrario buscaban negociar con subas. Hoy la realidad indica que, los supermercadistas atentos a esta tendencia se muestran reticentes a concretar compras con los valores actuales. Las bajas de precios llegan hasta un 20%.
Lo cierto es que, si bien esta baja sustancial de precios es poco probable que llegue a los consumidores, los pequeños industriales lácteos ven con mucha dificultad el futuro inmediato donde además de las presiones por parte de los productores por conseguir subas en la materia prima, es espera un fuerte aumento de la producción y el stock acumulado en fábricas.
Los precios promedio de los lácteos volvieron a bajar en el segundo remate mensual de la láctea neozelandesa Fonterra, empresa que marca los precios piso de los negocios en el mercado. La leche en polvo descremada tuvo una baja de 9,8% en la licitación de referencia y quedó a razón de US$ 2.599/ton.; la grasa butírica se pagó 10,4% menos y llegó a US$ 2.745.
Mientras tanto, el queso Cheddar sufrió una variación de 0,7% valorizándose a US$ 3.060. Por su parte, el concentrado de proteína de la leche registró un descenso en el precio del 3,6% al pagarse a promedio de US$ 4.065 y la caseína renina se redujo un 4,5% quedando en US$ 6.443/tonelada.
En la Argentina, cerca del 70% de la leche producida (11.000 millones de litros anuales) se industrializa en nuevos productos, principalmente quesos.
Gustavo Malem
