El ejecutivo, hombre de una de las principales fabricantes de alimentos de país asegura, sorprendido con él mismo: “Nunca pensé que fuera a decir esto: los aumentos de precios ya no me interesan tanto. ¿Para qué quiero aumentos si no logro vender los productos?”. Hasta ahora, sólo le interesaba que la secretaría de Comercio le autorizara subas. Ahora, piensa en cómo sostener las ventas.
Las estadísticas son frescas; en CCR, una de las principales consultoras de consumo, las terminaron de hacer a última hora de ayer: en marzo, las ventas en supermercados cayeron 1,1%.
Todo el primer trimestre da en rojo, pero el mes pasado fue el peor. Para productos mas prescindibles, como cosmética y tocador, la caída fue del 4,5%.
“Lo que vemos es desplazamiento a las segundas marcas”, agregan en una de las tres cadenas de supermercados de mas peso. “La gente compra aquello que es necesario, no compra por impulso; se venden alimentos, no electrodomésticos”, agrega.
Vamos a los números, que son lo que pone en claro lo que pasa. El primer trimestre del año muestra un retroceso en las ventas en supermercados e hipermercados: cayeron un 0,6%.
En el mismo período de 2011, habían subido 1,6%; en 2013, 1,1%; en 2013, 1,8%. Después de tres años, el primer período en rojo. Si se considera sólo marzo (mes clave para los comerciantes, lo ven como el verdadero comienzo del año), las tendencias son las mismas: el año pasado las ventas habían crecido 4%.
En algunos rubros el fenómeno es más marcado. “Si tomamos productos premium como los congelados, tenemos caídas de ventas de hasta 20% ”, dicen en una compañía líder del rubro. Siempre con datos de CCR, los alimentos secos envasados (arroz, fideos, galletitas) cayeron un 1,7% en marzo, tomando todos los súper. En limpieza, el retroceso fue de 0,9%. Por el contrario, bebidas se mantiene.
“En general, lo que más cuesta vender hoy son los productos de valor agregado”; dicen los fabricantes. “Y es en los productos de valor agregado donde tenemos más margen de ganancia, eso nos preocupa”, agregan los supermercadistas.
En lo que hace a la distribución geográfica, también hay datos en los trabajos de CCR para destacar. De sus registros se detecta, por ejemplo, que en el interior del país la caída es más marcada, allí el retroceso es de 2,9% en marzo y de 2,2% en el trimestre.
Tanto los analistas de consumo como los empresarios del sector coinciden en el diagnóstico: la caída de ventas está dada por el impacto de la inflación en la capacidad de compra de los consumidores. Y hay algo más, claro. “El Gobierno hizo un ajuste ortodoxo, subió las tasas de interés, secó la calle de pesos, aumentó las tarifas. ¿Qué otro efecto podríamos esperar?”, dice un empresario. Todos, en tanto, encienden velas a las paritarias, creen que los ajustes de sueldos podrán recomponer las ventas. y la inflación podría pesar menos: no esperan otra cosa con un parate de ventas como el que relatan.
Por Marcelo Canton
http://www.clarin.com/
