La producción nacional de leche aumentó un 7,40% en noviembre respecto del mismo mes de 2012, pero el año cerró con un alza estimada en sólo un 1%, cuando aún restan procesar los últimos datos, según el Centro de la Industria Lechera (CIL).
En tanto, la Cámara de Productores de Leche-Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba) advirtió que fue afectada la base forrajera y el «confort» de los animales, aunque no la producción de leche de manera significativa. «La reducción de lluvias en la segunda mitad de diciembre en la Cuenca Oeste, combinada con altísimas temperaturas, secó los suelos y afectó la base forrajera y el confort de los animales», indicó el análisis.
Esta situación sólo se recompuso en forma parcial con las lluvias desparejas de Año Nuevo: «Así, sobre todo en Trenque Lauquen, La Pampa, y hacia el Sudoeste, los tambos quedaron muy complicados. Y se encendieron alertas rojas en los mismos», indicó.
«No ha sido distinta la primera quincena de enero, y esperamos ahora que se cumplan los pronósticos que nos anticipan mayor frecuencia de lluvias y más generalizadas en la segunda quincena llegando incluso al Suroeste bonaerense, para pasar luego a un febrero con un poco menos de precipitaciones, como transición a un otoño más llovedor», señaló el informe.
Dentro de esto, el patrón climático es probable que siga siendo de alta variabilidad espacio-temporal en las lluvias, con episodios extremos de temperatura y precipitaciones, según Stella Carballo, del Instituto de Clima y Agua del INTA. «Habiendo perdido la humedad con que se contó hasta mediados de diciembre, las condiciones de producción se complicaron mucho en el Oeste de Buenos Aires», explicó. Los técnicos aseguraron que «los maíces tempranos sufrieron mucho, los tardíos resisten al límite y dependen de lo que pase a partir de ahora».
A su vez, los principales recibos de fábrica de la Cuenca registran este enero ingresos de leche que están más del 10% por encima del año pasado, y una progresiva caída en los sólidos de la leche. El Centro de la Industria Lechera destacó que los tamberos tuvieron que endeudarse «en forma creciente para poder seguir produciendo durante 2012» y no lograron sanearse financieramente durante 2013. «Un alto porcentaje de nosotros no puede todavía reducir sus deudas comerciales y la salida de este cuadro difícilmente sea rápida. Queremos, pero no sabemos si la podremos resolver durante 2014».
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