En los primeros cinco meses del año fue de 2129 millones de dólares.
Argentina tiene un problema grande. Y ese problema se llama energía. O falta de energía.
En los primeros cinco meses de 2013 las importaciones de combustibles y energía requirieron 4562 millones de dólares contra exportaciones por 2433 millones, según datos oficiales del Indec.
Es decir: el saldo energético en lo que va del presente año registró un déficit histórico de 2129 millones de dólares.
En enero-mayo de 2012 el déficit energético había registrado un déficit de 445 millones de dólares. O sea que en apenas un año se necesitan casi cinco veces más dólares para abastecernos normalmente de recursos energéticos.
Para una nación como la Argentina –sin crédito internacional ni receptor de grandes inversiones– un agujero de 2129 millones de dólares no es poca cosa: se trata de una suma equivalente a los dólares generados en lo que va de 2013 por las exportaciones de carnes, lácteos, miel y frutas frescas y secas.
El encargado de pagar la cuenta energética fue el campo argentino: en los primeros cinco meses de este año las agroexportaciones generaron –según datos del Indec– divisas por 9261 millones de dólares contra 7691 millones en el mismo período de 2012.
Si las condiciones actuales se mantienen o agravan en los años sucesivos, entonces será necesario que –clima mediante– la producción agrícola crezca de manera constante y que no caigan los precios internacionales de los granos. Es decir: pasamos a depender de factores sobre los cuales no tenemos ninguna clase de control. Estamos en problemas.
Ezequiel Tambornini
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