Lo aseguró, a elentrerios.com, Andrea Lissaso, de la Cámara de Lecheros. «Tambo que se cierra, no vuelve a producir», remarcó y aseveró que muchos debieron arrendar sus campos e irse a la ciudad.
«Si ha ido creciendo el valor en góndola, también tendría que haberlo hecho el precio que se le pasa al productor, que es quien aporta la materia prima. Hace dos años que el productor estar recibiendo el mismo valor», cuestionó la ingeniera de la Caproler.
Señaló que «la producción está pidiendo, por lo menos, ese 15 por ciento que pedía antes de enero, cuando se le adjudicó solamente un 7».
«Acá se castiga al que produce, pero sin la materia prima la industria no puede trabajar. Hoy, el tambo grande que cierra es para pasarse a la soja y es muy lógico, por todo lo que tiene en gastos», indicó.
«No se está viendo que al destruir la producción tambera, se destruyen miles de puestos de trabajo en la provincia. Sobre todo en Entre Ríos, donde el tambo es una producción familiar. Tambo que se cierra es tambo que no vuelve a producir. El productor arrenda el campo y se va a la ciudad», apuntó y aseguró que en la provincia «ya hay tambos cerrados y hay gente que, con gran dolor, se están planteando la posibilidad del cierre de sus tambos».
Desfasaje de precios
En las góndolas aumentó el precio del producto, «pero los productores siguen con el mismo precio que hace dos años. En enero se le permitió a la industria un aumento de un 7 por ciento, hasta ahora, de eso, no se ha logrado nada. En Entre Ríos siempre tenemos un 10 por ciento menos de la media nacional en cuestión de precios», explicó.
«Mensualmente, hacemos una encuesta a los productores socios de la Cámara y tenemos una segmentación, por estratos de producción, en los valores que cobra, en promedio, el productor entrerriano. Normalmente, está por debajo de lo que cobra la media nacional», criticó.
«Cuando ha habido aumento en góndola, no se ha aumentado el valor de la materia prima. En la mayoría de los casos, se trata del 60 por ciento de los insumos que utiliza la industria. En dos años, con toda la inflación que ha habido, que para obtener la leche se tiene que gastar en energía, con toda la inversión que hay que hacer, si ha habido incremento en valores de góndola, es lógico que el productor también lo perciba», manifestó.
Expresó que, sin embargo, «es particular el productor entrerriano, porque mientras nosotros recibimos quejas por la situación, al momento de movilizar o hacer asambleas para definir posiciones o actividad para demandar una mejora, es de reconocer que no se anima o no quiere hacer este tipo de reclamo, como lo hacen en Córdoba o Santa Fe».
Importancia de la materia prima
«El tambo es una de las producciones básicas de la mesa de los argentinos y bien sabemos que la materia prima nosotros la recibimos como consumidores en las góndolas, con productos de excelente transformación que le hacen las industrias, pero por sobre todo, para obtener esos productos de calidad, también la leche tiene que serlo, salida del tambo, limpia, sana, tener todas las cualidades para recibirla en la mesa, tanto desde un litro en sachet como con un postrecito, tiene que salir del tambo», dijo.
Detalló que «la leche se saca todos los días, es un producto perecedero, tiene que cumplir con normas de calidad, de sanidad y de temperatura, pero todos los insumos que se requieren para esta producción han tenido la misma inflación que los otros productos».
«Se trata de un producto estacional, normalmente se pagaba en la primavera o el otoño, que eran épocas de mucha producción, un valor un poquito más bajo, pero hoy esos desfasajes se tienen durante todo el año. Eso está llevando a que la industria se niegue a subir el costo a la leche, pero no se ve que la industria no esté recibiendo algún aumento a partir de lo que pasa en góndola. Hemos visto que se le ha permitido, desde Comercio Interior, dependiendo del tipo de productos, distintos niveles de aumentos», concluyó.
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