En el barro, la lechería debe intentar salir aunque la política no ayude
Un Gobierno que en todo lee una realidad paralela, no se puede alejar mucho de esa actitud analizando a un sector. Esto es un indicio que sirve para entender lo sucedido este martes, en el encuentro extenso que se dio en el Ministerio de Economía de la Nación.
Por Elida Thiery – Mientras la industria sentía que estaba “en un juicio” y algunos representantes de productores se envalentonaban con el aval de algún funcionario, que más tarde pediría un poco de recato en el accionar de los próximos días, quizá para no perder su condición, se apersonaba una representación del supermercadismo que negaba bonificaciones de las industrias para bajar los precios e incluso exageraba al enfatizar que ahora tienen la misma renta que hace un año, a pesar de la constante remarcarción que sufren cada semana los consumidores. A este cúmulo de confusión se añadía un informe poco certero de la Cancillería, hablando de amplias ventas de la industria al exterior y a precios muy beneficiosos, a pesar que el contexto internacional indique lo contrario, no sólo por la baja de las cotizaciones, que siguen derrumbándose cada tres semanas, sino por la falta de demanda del mundo, en general.
Fue tan complejo el contexto de una reunión técnica, sin muchos especialistas que puedan combinar producción y economía a la perfección, que no se pudo llegar a escuchar ninguna propuesta para salvaguardar los precios.
Fue por las expresiones del Subsecretario de Comercio Interior que se enrarece aún más el panorama. Ariel Langer entiende que colaborar con la generación de un fondo, con el ajuste de algún tipo de retención, con la bonificación de ciertas ventas, “se subsidia” el consumo de China, por ejemplo. Pero no sólo eso, el nivel de desconocimiento de la situación lechera y de la necesidad de toda la cadena llega a que se haya sugerido con tono de exigencia que “los quesos tengan el precio suficiente como para pagar 3,20” pesos por litro al productor.
En una manera de intervenir totalmente errada del Gobierno, que pasa de desentenderse del caso, una y otra vez, al menos desde 2007, se traslada el avance a una invasión de las decisiones de los privados, lo cual generó ayer a última hora una convocatoria de urgencia para este mediodía en el Centro de la Industria Lechera, donde las empresas deberán reafirmar su mirada sobre el tema, luego de tantos años de aceptación de cualquier tipo de imposición.
Con esta crisis, que es un filtro para todos los eslabones, también llega el tiempo de hacer notar el lugar de cada uno y será ahora el momento para los industriales, que tanto han ganado, que tanto han perdido, pero sobre todo, que tanto han obedecido en todos estos años, con lo cual deberán proponer alternativas de ordenamiento, que nada tienen que ver con lo largamente pedido por los productores, sino para que quede clara la solicitud de una intervención virtuosa de un estado que se sirvió durante mucho tiempo de la lechería, para lo cual basta nombra a aquel precio de corte que recaudaba para las arcas nacionales todos aquellos dólares que superaban los tres mil dólares de tonelada láctea exportada.
Mientras tanto, están los productores, que a través de sus entidades fueron invitados a ser controladores de su propia desgracia, de tener que acusar ante el Gobierno a la empresa que le entregan la leche, hecho que muchos dudan en concretar por la lógica lesión que puede generar en el vinculo una actitud semejante.
Pero también están aquellos, ayer engrandecidos y hoy desesperados por no poder justificar el escándalo y con una leche que indefectiblemente baja.
De la reunión del martes sólo quedó la prórroga en la entrega de liquidaciones, para no fogonear las protestas antes de las elecciones del domingo. Será el martes en el nuevo encuentro en Economía cuando se clarifiquen las bajas que van a llegar a los 15 centavos, en muchos casos y que ya están escritas.
Lo que hay que entender es que nada ha sucedido, que ningún envión negativo se ha podido detener, sobre todo por la falta de voluntad política, de intención real de trabajar para evitar un efecto tremendo para el sector.
En un comunicado emitido ayer por el CIL se puede leer lo siguiente. “Queremos expresar que nada se ha modificado desde la firma del Acta acuerdo del 23 de Julio pasado, por el contrario la realidad está mostrando que no se podrá hacer nada por parte de la industria por la tendencia a la baja de los precios de la materia prima. Desde ese día y a la fecha se continúa recibiendo más leche, los precios del mercado internacional continúan su caída, se colmó la capacidad de almacenamiento de stocks y se agotó la posibilidad de financiamiento. Tras las reuniones generadas a partir del Acta acuerdo se ha avanzado en algunos aspectos por la intervención de las Autoridades Nacionales, sin que se vea la luz al final del túnel”.
La claridad del comunicado indica que ya sean varias las empresas que en el encuentro que adelanta en exclusiva CASTELLANOS para hoy, planteen la posibilidad de recibir leche, procesarla y pagarla recién una vez que se llegue a vender.
La primavera avanza, el mercado se achica, los precios se comprimen, la materia prima se empieza a multiplicar y el colapso es obvio.
No se han aplicado políticas, nadie del Gobierno tiene ganas de ayudar a buscar alternativas de venta en países “amigos”, mientras esas oportunidades las utiliza Uruguay, por ejemplo; y los que sufren, los que arriesgan todo son los más chicos. Las pymes ahogadas, los tamberos hundidos en el barro de la decidia; y las industrias más grandes perdiendo hasta que se pueda, al menos resistiendo hasta que lleguen las nuevas medidas económicas y de gestión de un próximo Gobierno, que indefectiblemente no puede seguir por este camino.
Martes, en la Villa
Por otra parte, la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe está convocando para el martes, a todos sus asociados y productores en general a participar de una reunión informativa a realizarse a las 19.30 horas, en las instalaciones del Club Juventud Unida de la Villa San José.
En el encuentro, los dirigentes comunicarán las gestiones que viene desarrollando la Mesa ante el panorama actual del sector y las propuestas de solución presentadas ante el Gobierno Nacional. Se incluirán en el encuentro las novedades que surjan de la reunión de ese mismo día en Buenos Aires.
FAA, más firme
Ayer se reunió la Comisión Interna de Lechería de Federación Agraria Argentina. El encuentro, que estuvo presidido por el Secretario Gremial FAA, Orlando Marino, y la directora Marisa Boschetti, se hizo en la sede central de la entidad, y contó con referentes de todas las cuencas lecheras. Se analizó la situación de los pequeños y medianos tamberos nucleados en la entidad y se definieron las acciones a seguir. Tras verificar estudios de costos presentados por cada región, se concluyó que el costo promedio para elaborar un litro de leche es de $ 3,40. “Por debajo de esos valores, desaparecen más productores”, indicaron los referentes lecheros de FAA. No obstante, se aclaró que en zonas que sufrieron inclemencias climáticas, los costos “son claramente otros”.
La expectativa es que en los encuentros de los martes en el Ministerio de Economía se puedan consensuar políticas que eviten una agudización de la crisis que atraviesa la actividad. “Quedamos a la espera de las definiciones que se van a tomar en la Mesa en el próximo encuentro, del martes 11. De no ser favorable las medidas que de allí surjan, profundizaremos el estado de alerta y movilización”, indicó la Comisión de Lechería FAA.
Elida Thiery
