Esa es la intención de la reunión que esta tarde, desde las 15 se llevará a cabo en el Ministerio de Economía para que representantes técnicos de las entidades y la industria puedan debatir las alternativas para sustentar meses de valores ínfimos para la materia prima, los productos y las exportaciones sectoriales.
Por Elida Thiery – Durante el fin de semana, lentamente, se fue normalizando la provisión de materia prima a las industrias, son hoy algunas cooperativas más pequeñas las que muestran signos de la alteración que dejó como consecuencia el bloqueo y posterior paro nacional de ATILRA. Luego de la reunión del jueves, de cierto acuerdo, todo se prepara para que esta tarde se empiecen a debatir las alternativas de mejora estructural de los precios, cuando el mercado atraviesa tanto interna como externamente, una de las peores crisis conocidas, incluyendo la de 2001.
APLA, la entidad que motivó las tomas de plantas que derivaron en el derrame de miles de litros de producción durante la semana pasada, intenta convencerse que semejante hecho sirvió de mucho, mientras la industria no termina de asegurar el pago de todos los litros desechados, además de dejar bien en claro que los precios no se retrotraerán a mayo y mucho menos cesarán de bajar, sino que se intentará sostenerlos en un número lo más similar posible a los pagos de junio, para el próximo mes. Mientras algunos de los productores que apoyaron los bloqueos y la acción, hoy se arrepienten por no haber conseguido mejora alguna concreta y seguirán navegando en los mares de la indefinición eterna lechera, la nueva entidad por no tener personería jurídica no accedió a la convocatoria de ayer por parte del Gobierno de Santa Fe.
Allí el ministro de la Producción, Carlos Fascendini recibió a representantes de entidades ligadas a los productores de la cadena de valor láctea con el fin de unificar una postura como provincia para elevar al Gobierno Nacional, en pos de resolver el conflicto en el que se encuentra el sector y junto al secretario del Sistema Agropecuario, Luis Contigiani, dialogaron con entidades correspondientes a la Confederación de Asociaciones Rurales de la provincia de Santa Fe, la Mesa de Productores de la provincia de Santa Fe y Federación Agraria Argentina.
«Si bien ahora estamos en una especie de tregua, el problema aún no tiene una solución y necesita de una fuerte intervención del Gobierno Nacional para evitar que cierren industrias o sigamos perdiendo productores tamberos», señaló el funcionario, mientras los tamberos llevarán a Buenos Aires hoy las propuestas adelantadas la semana anterior por CASTELLANOS. Contemplar la baja de retenciones en algunas exportaciones lácteas, como puede ser el suero, generar un fondo compensador o anticíclico que modere las diferencias de ingresos entre las industrias exportadoras y las más pequeñas e incluso motivar desde el Estado un sistema de warrants, del estilo de los usados hasta 2008, por algunos sectores del campo. Ésto es lo que se había acordado el lunes pasado, en el inicio del conflicto más duro, con el Cil y Apymel, con lo cual se puede estimar en un avance más certero, siempre y cuando la intervención que tenga en el tema el Gobierno Nacional sea positiva y con la voluntad de también poner una parte de esfuerzo, ya sea político o económico, sobre todo para movilizar mercados que puedan absorber hoy los excedentes de hasta el 30 por ciento que tiene la industria láctea, siendo que varios de sus representantes también debatieron el tema y fijaron sus posturas ayer en pleno centro rafaelino.
Es remarcable que la semana anterior la Nación sólo prestó el espacio para el diálogo y con el nerviosismo lógico de los funcionarios que fogonearon de varias maneras este conflicto, se aclaró la imposibilidad de hacer más aportes económicos o de tomar decisiones de fondo de manera ágil para poder generar respuestas para los tamberos que más afectados están.
Evaluaciones
Fue ayer por la tarde en la sede local de Meprolsafe que su titular, Marcelo Aimaro, acompañado por parte de la Comisión Directiva, junto a Ricardo Andretich, vicepresidente de la Sociedad Rural de Rafaela y Ester Faggiano, directora del Distrito XII de Federación, se reunieron para hacer un balance de lo acontecido en las últimas horas.
Quedó claro que el accionar de APLA y ATILRA fue «inconsulto», generando una crisis extrema entre los productores que se vieron obligados a derramar leche y por representaciones no formales, ya que fue Aimaro quien destacó que «las entidades bien constituidas» fueron las que pelearon en la reunión con la industria por el mejor acuerdo posible, ya que «nunca se escuchó la propuesta de otra cosa», en referencia a la mejora de precios o la recuperación de cifras a mayo, sino que se quedó el acuerdo con la firma de la buena voluntad de las empresas para evitar seguir cayendo de manera tan marcada en los precios, con un marco de declive internacional inevitable, que llevaría a la cotización internacional de la leche en polvo a los 1.500 dólares hacia fin de año, marcando un quiebre inaudito para el sector.
Pero en esta idea de «ceder las dos partes algo», como explicó Faggiano que propuso el jueves, quedó pendiente el encuentro de hoy, para el cual «hay que creer en las segundas oportunidades y ser optimistas porque hay muchos productores por detrás de las entidades», dijo Aimaro en referencia al conflicto, en comparación con 2012, donde se generó un espacio técnico de relevamiento de la rentabilidad de cada eslabón de la cadena, se terminó ese estudio de competitividad y por no ser favorable a lo que el Gobierno siempre predicó, jamás se presentaron sus resultados. Pensar que hoy por hoy, en 15 días, se puedan conocer resultados positivos de esta mesa técnica, es ser por demás optimista, algo que es tan difícil en un marco de faltas de palabra, compromiso y trabajo por parte de los funcionarios de la Subsecretaría de Lechería, seguidos por los de Economía, que han llevado al sector a un estancamiento absoluto. Por eso se intentará dar pasos firmes y sencillos para poder «atenuar esta gran crisis», como la definió Andretich, destacando que el contexto internacional afecta a la Argentina como a ningún otro país productor.
Es manifiesta la diferencia de APLA con el resto de las entidades, que supieron evolucionar y superar las discrepancias que se arrastraban desde 2008. Contrariando a la violencia, a la fuerza mal aplicada, el diálogo es el camino para conseguir soluciones, siempre y cuando sea inteligente, claro y rápido para poder arribar a los mejores acuerdos entre todos aquellos participantes de un segmento productivo que debería poder campear la crisis, tener una espalda financiera mínima, un ordenamiento ínfimo, para aguardar por las posibilidades que el año próximo presentará y por las que aguardan todos los países productores, así como los consumidores.
Por Elida Thiery –
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