Da trabajo a 43 personas y el objetivo es llegar a 1.800 animales en ordeñe en el 2013, con equipamiento modelo.
Es un enorme y delicado mecanismo de relojería que mueven 43 personas bien entrenadas. El tambo de la firma Puramel SA ya produce en su planta cerca de Candelaria 28 mil litros diarios de leche y los obtiene ordeñando tres veces por día mil vacas Holando Argentino, con una tecnología que lo ubica entre los mejores equipados del país.
Esta potente referencia de agroindustria en origen que crece rápido en el norte puntano fue presentada recientemente durante una visita del gobernador Claudio Poggi y el ministro del Campo, Felipe Tomasevich. Allí saltó un dato más prometedor aún para el sorprendente Departamento Ayacucho. El gran volumen de leche que sale diariamente hoy hacia las usinas que la empresa Molfino posee en Córdoba, serán procesadas en la misma planta en una segunda etapa como derivados lácteos y leche en polvo, por ejemplo.
Gran parte de estas vacas fueron trasladadas hace cinco meses en tan sólo cinco horas desde un tambo en funcionamiento de la misma empresa en la localidad Monte de los Gauchos en el sur de Córdoba. Cuando llegaron producían algo más de 27 litros diarios cada una y hoy superan los 31, un mérito atribuido al equipo conducido por Sergio Batalla, un ingeniero zootecnista responsable del moderno tambo.
El equipo estable de empleados se ocupa de los tres ordeñes diarios, que cumplen entre las 4 de la mañana y las diez de la noche en dos turnos a razón de 50 vacas por hora, y de la parte alimentación, maternidad y crianza: “El objetivo es llegar a octubre del año que viene con 1.800 animales en ordeñe; el crecimiento grande lo daremos entre febrero y abril próximo, que esperamos llegar a las 1.500 vacas”.
Batalla está poniendo en marcha el sistema de refrigeración para las vacas, que consiste en grandes ventiladores que hacen circular aire con una bruma de agua que les baja un grado la temperatura corporal a los animales antes de ser ordeñados durante los bravos calores de Candelaria.
“Cuando trajimos los animales de Córdoba subió la producción de leche porque mejoramos el confort en la planta y los corrales e incorporamos el triple ordeñe, pero también lo atribuimos a la calidad del agua y el forraje, que es superior al que teníamos en el anterior tambo”, describió el técnico cuando El Diario de la República recorrió el imponente campo.
En todo el establecimiento, incluido el tambo, trabajan 157 personas la mayoría de ambas localidades, y los que llegaron de otras provincias ya están radicados con sus familias en la zona.
La administración de la empresa está en el establecimiento San Miguel, próximo a Candelaria y pegado a la Escuela Agraria. Tiene 3.600 hectáreas, de las cuales 2.800 están bajo riego con 27 equipos de pivote central. Pero también tienen tres campos más, El Porvenir, en Quines; El Hormiguero, en Candelaria, y La Libertad, en Baldecito, sobre el límite con La Rioja.
En total, la empresa tiene en el norte puntano unos 54 equipos de riego que cubren más de cinco mil hectáreas, entre pivote, por goteo y manto superficial.
En el tambo de Puramel, en Candelaria, utilizan desde hace un año y medio semen sexado en la inseminación con lo que logran obtener una mayor proporción de hembras.
El semen convencional produce mitad machos y mitad hembras, mientras que con el producto sexado la relación es de 90 a 10 en favor de las vacas.
El 70 por ciento del semen sexado que se comercializa en el país es de origen norteamericano y el resto lo elabora San Isidro Labrador, de Pérez Companc. Puramel utiliza ambos.
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