La producción de carne no es la única que se pasea en estos días por Palermo. La ganadería de leche también está presente. Desde la Asociación de Criadores de Holando Argentino (ACHA), la principal raza lechera del país, aseguran que hay 87 hembras y 13 machos, un 25% más que en 2011. A pesar de que el precio de la leche a los productores está “pisado” y no tuvo grandes variaciones en los últimos dos años, los tamberos aun tienen margen para seguir apostando y apuntan a crecer 4,5% en la producción de 2012 respecto de la de 2011, llegando a los 12.000 millones de litros.
Al igual que en las razas carniceras, la genética juega un rol fundamental en el presente de los tambos. Según explican desde ACHA, la entidad está en un proceso de validación de una plataforma para el testeo genómico del ADN de los animales Holando, algo único en Latinoamérica. “A partir de este semestre se podrá saber ya en terneros de pocos meses de edad cómo producirán sus crías en nuestros sistemas de producción, al menos cinco años más tarde”, indican.
Hoy, los criadores de Holando buscan una vaca que produzca y que perdure en el tiempo: cuanto más duren en el tambo, se necesitará menos reposición y esto permitirá diluir sus costos de crianza. “Deben ser la síntesis entre alta producción y salud, vacas fértiles que no den problemas. Para ello buscamos tener en las exposiciones vacas no tan grandes, con ubres muy adheridas al cuerpo y con buena locomoción. Deben tener la fortaleza lechera suficiente para poder comer altos volúmenes de pasto y mantener un estado corporal adecuado para no afectar la reproducción”, explica Liliana Chazo, gerente de ACHA.
Y agrega un dato interesante sobre la capacidad carnicera de la raza. “La diferencia de precio entre un novillo Holando y uno de las razas tradicionales nunca estuvo tan cerca como ahora. ACHA exporta cortes Hilton de alta calidad con destino al mercado europeo por más de 100 toneladas anuales”.
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