#Argentina: El recuerdo de Chávez y Atilra

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En un hecho que no cuenta con demasiados antecedentes, el presidente Néstor Kirchner, su esposa Cristina y el presidente de Venezuela Hugo Chávez, interrumpieron el almuerzo que estaban compartiendo en la quinta de Olivos y salieron a saludar a los más de mil afiliados de Atilra que los esperaban con gorros, banderas, bombas y redoblantes para agradecerle por la activa participación en la mejora de la situación económica-financiera de SanCor.En principio, todo estaba previsto que se desarrollara en el complejo que la cooperativa tiene en Acceso Norte, aunque sobre el mediodía hubo un cambio de planes y en el lugar quedaron esperando varios directivos, quienes también habían sido movilizados, aguardando prolijamente trajeados en la puerta principal del predio.
Minutos después de las 13.30 llegó la orden para que de cada uno de las decenas de micros bajaran los afiliados, provenientes de todas las seccionales que Atilra tiene en el país. Con el amarillo como color principal, presente en gorros, remeras y banderas, las bombas de estruendo y el retumbar de bombos y redoblantes marcó el inicio de una procesión convergiendo columnas de obreros desde varias esquinas, con las banderas de Argentina y Venezuela como estandartes.
Una vez frente a la portada de acceso, todo fue expectativa y esperanza de poder lograr el tan ansiado contacto. Los movimientos incesantes de los diferentes servicios de seguridad incrementaron la ansiedad estirando los minutos hasta que se abrieron las puertas y tres de las figuras políticas más importantes de Latinoamérica se fundieron en abrazos con los presentes, pasando por sobre los vehículos dispuestos a modo de vallas y recibiendo saludos y cantos de aliento.
Los gestos de aprobación se multiplicaron al tiempo que Héctor Ponce, secretario general nacional del gremio y máximo responsable de la multitudinaria y representativa movilización, ingresó al reducido espacio para transmitir lo que todos los presentes pretendían a cada uno de los mandatarios: saludos, agradecimientos pero también un claro e implícito mensaje a la conducción de la cooperativa, la cual deberá modificar ciertas decisiones para no caer nuevamente en esta situación coyuntural decididamente adversa.
El agradecimiento del venezolano, colocándose una gorra del sindicato, gesto seguido luego por el matrimonio Kirchner, tuvo su reconocimiento inmediato de parte de los presentes, recibiendo nuevos cantos y pedidos de que no aflojara en su pelea contra el capitalismo, obviamente identificado con el “caballerito del norte” y no con ciertas prácticas locales…
Después de algunos minutos que parecieron extenderse de forma indefinida, los dos mandatarios y la primera dama se retiraron junto con sus custodios personales, la guardia presidencial, fuerzas de seguridad y agentes de la Policía Federal, quedando por un buen tiempo más la gente vitoreando y vivando en plena avenida, plenamente satisfecha por lo vivido y con la esperanza renovada de que esta vez, la cosa puede terminar de manera diferente.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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