La caída del precio internacional del cereal y la suba de los insumos, provocarán que se siembre menos maíz en la próxima campaña. Pese al panorama desalentador, el cultivo sigue brindando estabilidad y oportunidades para los productores que hacen carne y leche en la cuenca noreste.
Los hermanos Angélica, Darío y Pablo Vassallo integran la firma Agroproductora Balnearia SA. Junto a su padre Héctor Vassallo, trabajan en conjunto unas 1600 ha entre campo propio y campos alquilados.
La nota fue generada en plena época de cosecha, puntualmente en el Est. “Don Vito” (propiedad de familia Sereno), a 1500 mts del km 221.5 de la Ruta Prov. 17 que une las localidades de Balnearia y Altos de Chipìón.
“Tenemos un tambo en un establecimiento propio llamado “San Lorenzo”, ubicado a unos 7 km de aquí, donde la calidad del suelo es un poco inferior a este campo que alquilamos en zona de “Vacas Blancas”, indicó Darío Vasallo, y agregó: “Estamos manejando un total de 280 vacas, de las cuales tenemos 170 V/O con un promedio que ronda los 18 lts. Por la gran cantidad de lluvias y barro acumulado en el primer semestre, la producción se nos cayó un 30%, y también perdimos bastantes cultivos, además de atrasarnos con la siembra de verdeos invernales”. El joven productor siguió relatando: “Aquí en Don Vito tenemos la invernada, la parte de recría, y una parte destinada a lo que es engorde. En la zona de La Para, pegado a la Laguna Mar Chiquita, también alquilamos un pequeño campo con monte para recría, donde el animal se mantiene solo con pastoreo. Pero la idea es poder armar otro tambo e intensificar más el engorde de los animales para recuperar hectáreas, es decir, que por ahora no estamos enfocados en hacer cosecha, aunque sabemos que en algún momento vamos a tener que hacerlo”, aclaró Darío.
Los Vassallo entregan la producción diaria de leche a la Cooperativa de Tamberos El Chipión Ltda, que a su vez remite la de todos sus asociados a La Serenísima. Y cuando los novillos están listos, se venden en su mayoría al Frigorífico Logros (Río Segundo) que lidera Juan Carlos Grimaldi.
La empresa agropecuaria familiar contrata los servicios de picado y de trilla, todo lo demás, como siembra, fumigación, enrollado y molienda de granos lo hacen con maquinaria propia.
“La situación es compleja, los costos de producción son altísimos, el combustible aumenta todos los meses, los insumos se van hacia arriba en dólares, y encima el kg de novillo no llegó todavía al valor que tendría que llegar, y el precio de la leche debería estar en por lo menos $3.50”, apuntó Pablo Vassallo.
El maíz hace punta
Maíz, sorgo, alfalfa, avena, y moha forman parte del sistema de producción que los Vasallo aplican en las tierras que trabajan para generar litros de leche y kilos de carne. “En la campaña pasada pudimos hacer 100 ha de maíz de primera, donde logramos 9 mts de silo, que es un buen rinde para la zona. También hicimos bastante maíz de segunda, 200 ha de sorgo forrajero, y destinamos unas 60 ha para moha. Ahora sembramos alfalfas, y como no pudimos sembrar avena, implantamos trigo para no dejar el potrero sin ningún cultivo, además porque necesitamos bajar las napas. En la campaña pasada fue muy complicada la problemática de napas, sobre todo donde tenemos el tambo”, explicó Pablo Vassallo, y adelantó: “Ya tenemos destinados bastantes lotes para maíz de primera, y demarcados también los lotes para maíces de segunda. La intención es apuntar fuerte a la reserva de forrajes”.
Híbrido para anotar
En la campaña pasada los hermanos Vasallo probaron en un lote de Est. “Don Vito”, el maíz subtropical SW5560, un híbrido que los sorprendió, y que volverán a implantar en la próxima gruesa. En Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), el semillero SemWest lleva a cabo el plan de mejoramiento de híbridos tropicales como el 5560, teniendo en cuenta las condiciones de alta humedad relativa y temperatura elevada. Estos maíces se caracterizan por ser colorados o “Flint”, y se destacan por la dureza en el endosperma, la proporción y calidad de proteínas y alto contenido de pigmentos que reflejan el intenso color del grano.
Al respecto, Darío Vassallo contó que el mencionado material fue sembrado el 4 de enero, ocupando tres plantas y media por metro. El lote recibió en el invierno unos 300 kg/ha de yeso agrícola peletizado aplicado al voleo, y en la pre siembra se fertilizó con 50 kg/ha de urea.
“El híbrido nos pareció muy bueno, nos faltó un toquecito de tratamiento en el lote para control de malezas como rama negra y chloris que está apareciendo bastante, pero el resultado fue excelente y marcó la diferencia frente a otros maíces que sembramos en la zona. Cosechamos el lote el 26 de agosto con un promedio de 6500 kg/ha, aunque debimos retrasar la trilla durante muchos días por falta de piso y alta humedad, sino el rendimiento final hubiera sido más alto. No obstante, el rendimiento fue superior a otros maíces de marcas líderes que sembramos nosotros y algunos vecinos. Uno de los choclos pesó 372 gr y desgranado tuvo una merma del 20%, logrando 100 gr más de diferencia que choclos de una de las marcas más reconocidas”, comentó Darío Vassallo, y su hermano Pablo agregó: “Desde enero hasta la fecha de cosecha recibió más de 800mm, cuando el promedio de la zona es de 750mm/año. Este material se va a moler para agregar a las dietas de los animales”.
Finalmente, cabe destacar la importancia que tiene y seguirá teniendo el maíz en los planteos lecheros y ganaderos del noreste cordobés. Los Vassallo son una de las tantas empresas familiares que aún resisten el embate de la soja, y que apuestan a producir más leche y carne, generando ese valor agregado necesario para movilizar la economía en los pueblos del interior profundo.
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