El ministro de la Producción convocó a productores que planean un plan de lucha.
La confirmación de que todas las usinas lácteas bajaron el fin de semana pasado el precio de la leche entregada en enero otorga singular interés a la reunión que convocó para mañana el ministro de la Producción santafecino, Carlos Fascendini: seguramente los tamberos confirmarán allí el estado de alerta y podrían lanza un plan de lucha que incluya bloqueos a las empresas que confirmaron el descuento en las liquidaciones de enero.
La bronca de los productores viene desde el momento en que las usinas pasteurizadoras anunciaron la rebaja -que comenzó a cumplirse-de 10 centavos en enero e igual monto para febrero. «Algunas bajaron sobre las bonificaciones, otros bajaron precio de grasa y proteínas. Es vergonzoso. Muchas usinas se comprometieron a no bajar y finalmente lo hicieron. Otras dijeron que iban a bajar tres centavos y bajaron entre 7 y 10. La Secretaría de Comercio les dijo a las industrias que finalmente les aceptaba que bajen en enero, pero que no sigan bajando en febrero. Igual, extraoficialmente, las empresas están diciendo que para la leche que se cobra en marzo pueden seguir las bajas, pese a lo que se comprometan ante el Gobierno, porque en el primer semestre los precios internacionales no van a mejorar mucho», advirtió Carlos Brave, coordinador de la Mesa Nacional de Lechería, tras la reunión de la semana pasada en la Federación Agraria en Rosario.
Luego de recibir las liquidaciones de enero con 10 centavos de baja, los productores autoconvocados de Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero se reunieron en una asamblea frente a la planta que la empresa Verónica posee en Suardi, muy cerca del límite con Córdoba, para analizar la determinación industrial.
Marcelo Garello, uno de los autoconvocados, anunció que el sector resolvió transformarse en un grupo legal con personería jurídica para encarar las negociaciones que sean necesarias y lograr cambios estructurales dentro de la lechería, porque «de lo contrario volveríamos a tener siempre los mismos problemas».
«Creo que a mediados de año estaremos funcionando plenamente», dijo Garello. «Nuestro objetivo no será sólo defender al productor lechero: también estaremos a disposición de otras actividades, como la miel y el trigo, para atender los problemas que se puedan dar», agregó.
Por José Bordon | Para LA NACION
