El tema de los cambios de actividad en el rubro ganadería lo hemos presenciado en muchas oportunidades de asistir a los remates Holando. 
Las causas, que son diferentes en cada caso, con asiduidad tienen que ver con los números, y los productores nos han dicho, como en este caso, que cambian de actividad porque el beneficio obtenido por la explotación tambera no justifica la inversión para seguir desarrollándola.
El tema de los cambios de actividad en el rubro ganadería lo hemos presenciado en muchas oportunidades de asistir a los remates Holando.
Las causas, que son diferentes en cada caso, con asiduidad tienen que ver con los números, y los productores nos han dicho, como en este caso, que cambian de actividad porque el beneficio obtenido por la explotación tambera no justifica la inversión para seguir desarrollándola.
Desde A SOL Y A SOMBRA dialogamos con el Señor Roberto Costa, titular del Establecimiento Don Luis, de la Estación Gándara, en el Partido de Chascomús, en la Provincia de Buenos Aires, quién remitió sus animales para remate, a partir de la liquidación del sector tambero de su establecimiento.
Acerca de las características de los animales remitidos, Costa indicó que traía vacas en ordeñe, secas, vaquillonas y terneros.
“Nosotros confiamos nuestro remate a la firma Sáenz Valiente desde los comienzos. Nuestro establecimiento tiene un sector de tambo, y nuestra cabaña dedicada a producir animales de la raza Aberdeen Angus. Y hemos decidido abandonar el tambo, por eso esta liquidación total. Nos dedicaremos exclusivamente a la raza de carne.
Estamos trabajando muy fuerte con la parte genetista de Angus, estamos haciendo nuestro cuarto remate, y nos vamos a dedicar exclusivamente a la producción en nuestra cabaña.
Nuestra explotación cuenta con 800 hectáreas de campo. En estos días presentaremos nuestros pedigrees en la exposición de Bolívar, y de ahí en más seguiremos con las exposiciones y con nuestros remates.
Contamos con genética importada y con alguna genética nacional muy buena.
Y aunque el cambio es un esfuerzo, el precio de la carne se maneja diferente al de la leche. En la carne, salen los animales a remate, y se paga lo que dice el martillo, no como en la leche, en que cobramos lo que determina la empresa”, dijo el productor.
¿Hay más motivo para esta decisión?
El motivo es que mi campo para las dos actividades no andaba, y nos decidimos por la raza Angus.
Creo que hay ahora un horizonte bueno para la ganadería de carne, este tema llegó para quedarse por un tiempo largo. En tanto el tema de la producción de leche está sufriendo problemas nacionales e internacionales. La explotación del tambo en mi establecimiento data de 50 años de trabajo, pero mi campo no soporta las dos explotaciones, así que nos pasaremos a vacas negras.
¿Cuál es la situación real de la lechería en el contexto internacional?
La realidad es que la Junta de Fonterra volvió a bajar el precio, pero yo me pregunto cuánto incide el precio que si fija a nivel internacional, si la exportación de empresas lácteas de primerísima línea del país, casi no existe, ya que el 90% de la leche que se produce, se comercializa a nivel nacional.
Y cuando la leche valía cinco mil dólares la tonelada, tampoco pagaban bien a los tamberos. No tiene nada ver el precio internacional, lo que ocurre es que se agarraron de esa excusa para no aumentar el precio al productor tambero. Pero no dicen que la están pagando $ 1,40 y la están vendiendo en góndola a $ 7.- Y una de las empresas de primera línea es la que mas complica la comercialización de leche en el país .
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