Efectivos policiales ingresaron de madrugada a la planta láctea de Anguil y desalojaron al grupo de trabajadores que la había tomado el martes. Los operarios denunciaron que los policías golpearon a dos trabajadores y ataron con precintos a otros dos. Prendieron fuego y se manifiestan en el frente de la fábrica.
Los trabajadores de Colonia Lechera Modelo (Ex Consommé) de la localidad de Anguil fueron desalojados por la Policía que, finalmente, cumplió con la orden judicial que dictó un juzgado de Capital Federal. Desde el martes efectivos policiales y personal del Juzgado de Paz de Anguil intentaron hacer cumplir la diligencia pero los operarios ingresaron a la fábrica y colocaron un candado.
Este jueves a las 6 de la mañana, cuando en la planta no estaban todos los empleados, los policías ingresaron por sorpresa y los obligaron a retirarse del lugar.
Los empleados habían anunciado que iban a resistir el desalojo como lo hicieron hace un mes. «A mi hermano lo golpearon. Y ataron a varios. Es una vergüenza, una injusticia», dijo Mauricio Balmaceda, uno de los emplados desalojado.
En el operativo participaron miembros del Grupo Especial de Operaciones de la policía. Se realizó en un horario inusual, de madrugada. «Nos tomaron por sorpresa», confió Balmaceda.
Según contaron los empleados, el operativo fue encabezado por la jueza María del Carmen García y su secretaria. Además, en el interior de la planta -que quedó custodiada por los efectivos- quedaron el dueño anterior, Luis D’Espósito, y su esposa. «Yo me tengo que ir del pueblo. Ahora nos vamos a cagar de hambre. Hay dos mujeres que tienen hijos, ¿Qué van a hacer ahora?», lamentó el trabajador.
Los trabajadores permanecen en el frente de la planta. También uno de los nuevos dueños, ahora desalojado, Sergio Prieri. El intendente Oscar Delhaye, también se acercó al lugar para apoyar a los trabajadores. «Vuelve el fantasma de la desocupación a Anguil», dijo. «Al ministro (de la Producción, Abelardo) Ferrán no le interesa tener una fábrica abierta. El gobierno no ayudó a esta fábrica. Le pedí 500 mil pesos, un vuelto para la provincia, y me dijo que no», fustigó.
Abrazado a su pareja, Balmaceda confesó a El Diario: «Si no hay solución, no queda otra que irse. Pierdo todo, cuatro años de mi vida. Vine de Río Cuarto por una buena idea y un buen sueldo. Hoy no tengo nada para hacer en el pueblo. No puedo esperar cinco años sentado a que termine el juicio».
«D’espósito me insultó. Me trató de usurpador delante de la jueza. Nos sé qué trato tenían, pero me trataron muy mal. Esto es injusto», lamentó.
En el lugar también se hizo presente el abogado santarroseño Carlos Pérez Funes. Contó que, justamente, este jueves iba a presentar un recurso en los tribunales civiles pampeanos, para pedir la suspensión del desalojo, apelando a los derechos de los cinco niños, menores de edad, que tienen las mujeres y los hombres que trabajan en la planta. «No llegamos a tiempo», apuntó.
La orden de desalojo había sido dictada por el Juzgado Civil 15 de Capital Federal, a cargo de la jueza María Isabel Benavente. Como el pasado mes de mayo, el oficio fue recibido por el Juzgado Civil 2 de Santa Rosa, cuya titular es María del Carmen García, quien intentó darle curso a la medida.
Los trabajadores son rehenes de una pelea entre empresarios. De un lado está el fundador, Luis D’Espósito, y del otro Sergio Prieri y José Luis Clerici. D’Espósito cerró la fábrica en 2005 y dejó en la calle a 26 trabajadores.
Los obreros tomaron las instalaciones para conservar sus puestos y evitar que se llevaran las maquinarias. Hubo reincorporaciones por unos meses y muchas promesas. Pero la fábrica nunca volvió a funcionar.
Consommé elaboraba leche en polvo y fluida y yogures. Había sido inaugurada el 23 de mayo de 1997 por el ex gobernador Rubén Marín, quien puso como ejemplo a seguir al empresario D’Espósito.
D’Espósito vendió en 2009 la fábrica. El nuevo grupo inversor no cumplió con gran parte del pago: adujo que no lo hizo porque D’Espósito le vendió la fábrica con deudas no declaradas.
Frente a esta situación D’Espósito inició un juicio por rescisión de contrato en Buenos Aires. Recientemente, el Juzgado 15 de Capital Federal lo favoreció con una cautelar que casi desemboca el mes pasado en el desalojo de las instalaciones. Los operarios resistieron y la jueza García levantó el pedido de desalojo y solicitó al Juzgado Civil 15 de la Ciudad de Buenos Aires que “revise” la medida cautelar que iba a provocar el cierre de la fábrica. Hace unos días hubo una audiencia de conciliación pero D’Espósito rechazó la propuesta de pago de Prieri y Clerici y la jueza volvió a ordenar el desalojo que este jueves se cumplió.
Fuente: El Diario de La Pampa
