Según Manuel Ocampo, de APL, el sector se encuentra «esperando una respuesta por parte de Yauhar» y aseguró que «la producción va a ser menor este año».El gerente de la Asociación de Productores de Leche (APL) y secretario de la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL) sostuvo que en el sector lechero “desgraciadamente el balance nuestro no es muy bueno, no es positivo. La Argentina parece empeñada en no solucionar sus problemas, y nos encuentra esperando una respuesta por parte de las autoridades como el ministro Yauhar, que en su momento nos derivó al Ministerio de Economía para encontrar una salida a las distorsiones que viene acumulando el sector”, en declaraciones a “Siempre que llovió…, paró”, que se emite por Radio Colonia.
«Esto es malo porque el sector va a seguir perdiendo oportunidades. Hace poco una empresa canadiense, que había estado casi 2 años trabajando en un proyecto de inversión muy importante, decide retirarse por las condiciones en que se vive en la Argentina. Esto es un ejemplo que marca que es lo que nos está ocurriendo en un sector que necesita imperiosamente políticas, reglas e inversiones», señaló.
En tanto, Ocampo advirtió que «la ligera recuperación productiva que se dio en el 2011 no fue posible mantenerla en este 2012. La industria acusa un crecimiento del 0,5% que es un error casi estadístico. Creemos que la producción va a ser menor este año, y sobre todo menor el año que viene. No solo hay factores climáticos sino también de margen en los tambos».
«El precio al productor ha quedado congelado durante un año y medio con la inflación que todos conocemos. Esto ha hecho que la producción haya sufrido este impacto por un aumento de costos. A eso se ha sumado un panorama débil en el mercado internacional, con tendencia a la baja que se mantiene, sobre todo en el primer semestre del año que viene frente a todos los pronósticos. Es un sector que debería estar en condiciones de afrontar dificultades por capitalizaciones previas. El hecho es que al productor argentino, a diferencia de lo que ocurre en otras partes del mundo, lo encuentra débil, descapitalizado y sin poder afrontar mayores costos. Esta es nuestra realidad, y esperamos que en algún momento las autoridades lo entiendan porque son los grandes culpables de esta política nefasta que se ha implementado en el sector», finalizó.
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