Argentina: Con febrero, se viene la baja a la leche de un 5%

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La leche se ajustará en algunas industrias el cinco por ciento a partir de los pagos de febrero.
Más oxigenados y preparados, los tamberos recibían ayer los indicios de lo que será una confirmación en las próximas horas, varias industrias lácteas bajarán los precios de la materia prima, tal como se amagaba desde diciembre y como lo confirmáramos desde este espacio.
Casi sin necesitar la aclaración que es el pago por litro lo que se sigue discutiendo, lejos de la calidad y ya iniciado el año, la lechería argentina debe dar los pasos primordiales en un año difícil. Lo dicen los industriales, lo dicen los productores y lo sabe todo el sector. Aunque lentamente las cotizaciones internacionales de la leche en polvo asoman unos milímetros por encima del piso de precios, aún no alcanza para consolidar los mercados y se está lejos de una recuperación.
La reunión que mantuvo el Centro de la Industria Lechera ayer en Buenos Aires fue la partida de confirmación firme de varias empresas por bajar el precio a los tamberos. Lo que se postergó en las primeras horas de este mes, se vuelve hacia atrás ahora sobre el final. Será entonces que la materia prima que se entregara en este enero, se termine percibiendo con una baja del cinco por ciento en febrero, al menos en varias empresas, no las más grandes que no quieren perder litros, sino las que vienen corriendo por detrás. Las empresas que habían cedido ante la presión de la Secretaría de Comercio Interior hace tan solo unas semanas, ahora arremeterán en su disposición de ajustar números.
Del encuentro surgió un nuevo y a la vez constante panorama donde las diferentes realidades, en cuanto a mercados, costos y estructuras, dan empuje al ritmo de achique de cifras. Trascendió que los precios mínimos que se abonarán en pocos días estarán entre 3,10 y 3,12 pesos, mientras los máximos no sobrepasarán los 3,28 a 3,30.
Si se tiene en cuenta el precio promedio de diciembre de 2014, con 3,2704 por litro, se podría decir que el ajuste no es mucho, más aún si se tiene en cuenta que el clima ya está poniendo obstáculos con una retracción en los tambos a nivel producción, sin embargo las evaluaciones llevan a considerar que a pesar de la merma y en un comienzo de año más benévolo que el anterior, se tiene en este enero un ingreso de materia prima del cuatro por ciento superior, contrastado con igual mes de 2014, mientras que en febero se augura similar comportamiento. De todos modos, 2014 cerró con una retracción en la cadena láctea que oscila entre el 0,5 y el uno por ciento para la actividad y ya se estima que 2015 tendrá resultados similares, dejando de lado esa ilusión oficial de crecer a cifras siderales e imposibles; y mucho menos de llegar a 2020 con 18 mil millones de litros procesados, como se robara la meta del PEL y se introdujera en el PEA, a modo de deseo para el cual no se trabaja en consecuencia política.
Hoy los contratos de venta al exterior se cierran con fluidez a Venezuela, las restantes son plazas inestables y Rusia cumplió con la desilusión más grande en mucho tiempo. Los valores promedian los 2.700 dólares para la leche entera en polvo y unos 200 dólares más para los quesos. Pero el sobrestock embota a las mentes dedicadas a mirar nuevos mercados y hace que la oferta interna logre bonificaciones de hasta el 15 por ciento, sobre los precios de noviembre, para darle salida a miles de toneladas estancadas.
Todos estos son los motivos que hacen invevitable el retoque de precios y eso era lo que explicaban anoche a funcionarios del Ministerio de Economía de la Nación, algunos representantes de empresas. Hoy los números no cierran y aunque hayan sido prolijos en otros meses, el ajuste es fundamental, ineludible, aunque se presente como una etapa circunstancial y que se prolongará lo menos posible. Casi en el medio del mapa argentino, también anoche en Suardi un grupo de productores, que es el que lleva adelante los últimos reclamos, en una breve asamblea, donde la lluvia marcó su presencia, definieron no darse por vencidos, “seguir gestionando para evitar otra vez la baja”.
Claro que si el productor pierde la esperanza, no puede seguir en el negocio, es por eso que la voluntad de seguir hablando y esperando por mejoras no se pierde hasta tener en la mano la liquidación que confirme todo lo detallado hasta el momento.
Promesas del Gobierno Nacional abundan, en bocas de quienes no entiende aún en que consiste el tambo, soluciones faltan desde hace muchísimo más de una década. Será dificil que el panorama cambie, al menos en el mediano plazo, pero mucho más se complicará superar esta situación, que sólo se libra a Economía, en vez de resolverse en Agricultura.
Son muchos los cordones sueltos, sobre todo desde la política, mientras la industria y los tamberos, cada uno por su lado prefieren andar el rumbo de la producción, que en definitiva tuvo un crecimiento del cien por ciento en el precio, comparando entre diciembre de 2012 y el de 2014, pero que no se disfrutó en lo más mínimo por la voracidad inflacionaria y el malestar constante que parece no inquietar a ningún funcionario, en su paso corto y triste por la escena decisoria.
Por Elida Thiery
http://www.diariolaopinion.com.ar/

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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