Argentina: Claroscuros #lecheros

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La producción viene golpeada por las políticas sectoriales, la inflación y el clima. Sin embargo parecen encauzarse algunos indicadores que ayudarían a la recuperación. La recomposición del precio de la leche y una excelente relación con el maíz podrían ser el punto de partida para crecer nuevamente. La baja internacional de las cotizaciones es la gran amenaza.
Paradójicamente, mientras se presentan interesantes oportunidades para la producción lechera, que necesita recuperarse de la caída que sufrió en el otoño, el mensaje que inunda el sector promueve el desaliento para los productores.
A la seductora invitación de abastecer a Rusia, que cerró su mercado a los principales proveedores, se suma -al margen del impacto inflacionario en los insumos- una coyuntura de precios internos favorable para la compra de concentrado, un elemento que podría contribuir a una más rápida recuperación de los litros perdidos.
Sin embargo esta semana cundió el pánico ante la posibilidad de un cierre de las exportaciones por parte del gobierno, versión que unos desmintieron y otros no tanto. Indefinición que, en definitiva, sólo colabora a consolidar la incertidumbre en los tambos.
Abrupta caída
La lluvias de otoño, y las inundaciones que causaron, fueron el punto de quiebre en la producción lechera santafesina. Esta semana se confirmó que en abril la cantidad de litros de desbarrancó, retroceso que aún no ha sido superado.
Un informe del área de lechería del Ministerio de la Producción reportó que en el primer semestre la cantidad de materia prima recibida por las usinas de la provincia fue 5.09% menor que en igual período del año pasado y casi 7.5% inferior a 2012. Entre enero y junio, la producción estimada rondó los 1.303 millones de litros, contra 1.373 en 2013 y 1.408 de dos años atrás.
Al observar la discriminación mensual se nota el derrumbe en abril, con una retracción de 12 millones de litros (7.4%) respecto de marzo. Comparado con el mismo mes del año pasado, la retracción fue de 17.4 millones de litros (10.3%). La misma merma interanual se mantuvo para mayo (10.3%) y recién en junio comenzó a recortarse al achicarse a 7.5%.
Pablo Simoncini, gerente de la Cooperativa Ltda. de Tamberos El Molino, con sede en Esperanza y remitentes distribuidos por la una de las zonas más perjudicada por las inundaciones (desde Franck hasta Pilar), comentó que en el peor momento la producción se les cayó 36.7% interanual. Y, aunque siguen abajo, la tendencia es a recuperarse. “Está dando una recomposición, en julio y agosto hubo incremento de producción entre los socios, de entre 3% y 5% mensual; ya recuperamos un 20% pero seguimos abajo un 16% contra el año pasado”, indicó a Campolitoral. Y enumeró que en la primavera pasada llegaron a recolectar 136.000 litros diarios, en marzo bajaron a 85.000 y hoy rondan los 110.000. En este proceso, lamentablemente, cerraron 4 establecimientos chicos vinculados a la cooperativa.
Un año de suba
El otro dato que surgió de la estadística oficial fue la recomposición del precio de la leche cruda durante el último año. Según el valor promedio ponderado del litro que las industrias informaron al Ministerio en julio, que fue de $3.12, en los últimos doce meses la materia prima tuvo un incremento de 48.2%, ya que en julio de 2013 la media había sido de $2,105.
“La recomposición no fue mala, pero venimos de dos años de recomposición nula con inflación arriba del 30%”, advirtió Simoncini, y agregó que fue también el impacto de las lluvias y el derrumbe de la producción un factor que contribuyó a que el precio suba. “Las lluvias pegaron muy duro en las facturaciones; el precio fue subiendo conforme esa baja”, afirmó.
Si bien hoy muchos establecimientos siguen muy golpeados, la relación de precios entre leche y maíz puede ayudarlos a recuperarse. “No es tan caro alimentar”, admitió el gerente de El Molino.
Tomando el valor promedio del cereal en Rosario durante julio ($1.115,70), puede establecerse que ese mes con el valor de un litro de leche fue posible comprar prácticamente 2,8 kilos de grano. A esto ayudó, sobre todo, la caída de la cotización del maíz, comportamiento que siguió acentuandose en los últimos meses y hoy podría hacer aún más favorable la relación. Por ejemplo, tomando la pizarra del jueves 28 de agosto ($995) y usando el precio de la leche en julio la relación es casi 1:3.14.
“Nunca hubo una relación tan favorable”, evaluó el especialista Edgardo Bosser, asesor de trayectoria en tambos de la región. Luego de explicar que la relación de equilibrio entre grano y leche es 2 a 1, estimó que la actual ecuación es “un punto a favor que ayuda a recuperar la producción”. A su vez, indicó que el valor del cereal también es referencia para establecer el del balanceado.
“Para la lechería está buenísimo en cuanto a alimentación, que hoy sobre el costo total es entre 35 y 45%”, indicó Bosser, aunque aclaró: “para los afectados por inundación es una participación mayor, superior al 50%”. Por eso opinó que “para un tambo sin problemas es un momento favorable y eso genera más leche”. Para los complicados podría ser una oportunidad, “siempre y cuando no tengan otra inundación”.
Incertidumbre permanente
Mientras esta oportunidad se asoma, otros nubarrones surgen amenazantes. Como la versión -más que verosímil, en función de la experiencia reciente- de que el gobierno nacional cerraría la exportación para contener los precios internos. Luego se supo que esta vez la orden fue no vender por debajo de u$s4.000 la tonelada, aunque desde la industria más tarde aseguraron que -en un rapto de lucidez- los funcionarios dijeron estar dispuestos a tolerar valores inferiores en pos de no perder mercados.
Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), admitió que desde el gobierno le pusieron un piso al precio de la leche en polvo, pero luego les indicaron a los industriales que antes de perder mercados podrían facturar por debajo de ese umbral. “Hace 10 días nos reunimos con Langer (Ariel, el subsecretario de Comercio Interior) y nos dijo que el precio de referencia para autorizar permisos de exportación era de u$s4.000 para la leche en polvo entera en bolsas de 25kg”, indicó el ejecutivo.
También relató que ante la proximidad de la licitación que hará Argelia -uno de los principales mercados para los lácteos argentinos- “preguntamos si licitábamos o no, porque hay que poner plata en garantía, y nos dijo que sí, que nos presentemos porque no podemos perder el cliente”.
La postura del gobierno nacional “va variando según las circunstancias”, reconoció el Paulón, quien aseguró que se las industrias se esforzarán “para ver si logramos más de u$s4.000”. Mientras tanto, “hay que hablar con ellos por cada operación que surja por debajo” de ese monto. Semejante complicación burocrática, evaluó, “es siempre un factor de incertidumbre”.
En este momento la mayoría de las ventas se hacen por debajo del “precio de referencia”. Según el titular del CIL, hacia Brasil se factura alrededor de u$s3.500 a u$s3.800, mientras Rusia paga u$s3.200 a u$s3.500. “El único destino que supera el valor que puso el gobierno es Venezuela (se vende a u$s5.400) pero es por el riesgo de cobranza; hay empresas que están vendidas hace meses y no cobran por la escasez de divisas en ese país”, explicó.
Mercado mundial
Mientras tanto, el mercado global comienza a sacudirse por las represalias económicas de Rusia contra los países que criticaron su accionar en Ucrania. Este dato es, a la vez, oportunidad y amenaza. Por un lado podría ampliar los negocios argentinos. Pero por otro podría generar un desequilibrio muy peligroso en la plaza internacional. Es que el enorme volumen de leche que la Unión Europea destinaba a elaborar quesos para el mercado ruso ahora deberá redireccionarse hacia la elaboración de leche en polvo para exportación, elevando la oferta global. Este dato negativo se sumaría, además, a la caída en las cotizaciones que viene experimentando Fonterra, la cooperativa láctea neocelandesa que marca tendencia en el sector.
Sobre las perspectivas internacionales, Paulón indicó que “no se puede esperar mucha mejora”. Frente el incremento en la producción de los principales proveedores mundiales, como EE.UU., Nueva Zelanda o Australia, consideró: “si la plaza se mantiene como está hay que festejar”. En un mercado “muy dinámico”, dijo, y advirtió que el queso se sostiene por el cierre de Rusia a la producción de Europa. Sin embargo alertó: “esas 247.000 toneladas de quesos que los rusos no van a comprar son 3.000 millones de litros que irán a leche en polvo”.
El ejecutivo a su vez indicó que a raíz de la baja en los precios internacionales “no es rentable exportar”, pero que hay que hacerlo “para no aplastar el mercado interno”. Incluso estimó que la plaza doméstica “hoy quizás pague más” que el mercado internacional. “Hay que exportar sí o sí”, señaló.
“Hace 10 días nos reunimos con Langer (Ariel, el subsecretario de Comercio Interior) y nos dijo que el precio de referencia para autorizar permisos de exportación era de u$s4.000 para la leche en polvo entera en bolsas de 25kg”
Miguel Paulón
Presidente CIL
Capacidad de pago industrial
El presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Miguel Paulón, estimó que las empresas argentinas operan con un costo industrial de u$s600 a u$s800 por tonelada de leche en polvo, un punto clave para definir la rentabilidad ante una caída de las cotizaciones. “Las de 800 no son competitivas”, aseguró.
El costo industrial es, a su vez, un parámetro sobre el cual se puede definir la capacidad de pago al tambero. Por ejemplo, una planta “eficiente” que venda a u$s3.600, luego de cubrir el costo operativo le quedarían u$s3.000 para pagar la materia prima. A un dólar oficial (al que se liquidan exportaciones) de $8.40, y teniendo en cuenta que se precisan 8.300 litros para una tonelada de leche en polvo, se deduce que podría pagar $3.04 el litro de leche cruda.
Paulón calculó que “en agosto el precio promedio al tambero estará en $3.15 más IVA”.
 
El dato
Leche cruda en alza
Según la información remitida por las industrias al Ministerio de la Producción -en el marco de la resolución 439/14 que las obliga a reportar el valor de los sólidos- el precio promedio del kilo de Grasa Butirosa pagado al productor en julio fue $34.46 y $53.56 el de Proteína. Se trata de valores 28.1% y 17.3% superiores, respectivamente, a los abonados en junio.
En tanto, el precio promedio ponderado del litro de leche fue $3.12, siete centavos superior al mes previo, equivalente a 2.3%. En un año, la mejora -en pesos constantes- es de 48.2%.
Juan Manuel Fernández
jmfernandez@ellitoral.com
www.campolitoral.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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