“Si nos pagan casi dos pesos por el litro de leche y en la góndola el consumidor lo compra entre ocho y diez, hay alguien que sale beneficiado y no somos nosotros», insistió.
El diputado de la Nación y productor tambero, Jorge Chemes, se sumó a la protesta nacional tambera y marcó que los problemas que atraviesa hoy el sector “son la falta de rentabilidad ; la avaricia de la industria y la indiferencia del Estado. Esa combinación termina con nosotros que somos el primer eslabón de la cadena”, afirmó Chemes y dijo: “Esta crisis arrastra a las familias, y está provocando un problema social y económico que llevará años revertir”, alertó.
“Es difícil comprender que con niveles tan altos de desempleo y con los millones que se destinan para paliarlo, el gobierno se empeñe en terminar con nosotros que tenemos todo para generar mano de obra genuina. Frenar el campo es frenar el país. Los litros de leche que producimos hoy son los mismos que hace años, pero ha crecido notablemente la tasa demográfica, esta ecuación muestra que el gobierno en vez de regular para equilibrar, interviene para quebrarnos”, lamentó Chemes.
Luego, mostró: “Si nos pagan casi dos pesos por el litro de leche y en la góndola el consumidor lo compra entre ocho y diez, hay alguien que sale beneficiado y no somos nosotros. Lo más grave es que sobre nuestras espaldas cargamos con más presión impositiva y nos han trasladado un sin fin de obligaciones. Si a esto suma que no tenemos caminos para sacar la producción cuando llueve, la realidad es que trabajar se hace cada vez más difícil”.
“La lechería es inviable”, dijo Chemes y mostró que “en los últimos diez años quebraron los pequeños y medianos tamberos con el agravante de que sus vacas, pasaron a engrosar los tambos grandes. En el medio, se rompió una cadena de pago”, explicó el diputado que es tambero en Entre Ríos y que ha reclamado con insistencia una recomposición de precios para el sector.
“El cierre de los tambos es el resultado más claro de las políticas que nos aplican. Lo que no advierte el gobierno es que está dañando además un sistema de vida. Estamos perdiendo los oficios, porque los jóvenes se van a la ciudad en busca del empleo que se perdió en el campo y esto también es desinversión, porque perdemos nuevas generaciones”, lamentó. Y cerró:“No podemos alentar el consumo dinamitando las economías regionales. Hoy las mediciones sobre el gasto se basan en el consumo de los shopinng, pero en el interior el consumo se mide por toda una cadena que se nutre del campo y que incluye el combustible, el mantenimiento de maquinaria, la mano de obra y por supuesto, las familias. Si el gobierno no reacciona, nos va a liquidar”.
“Estamos a tiempo de revertir la situacion y salvar el sector. Es necesario que el gobierno replantee sus políticas y esperamos que eso suceda antes de que sea tarde: Los tamberos ya hemos puesto todo, ahora – como dicen – la pelota está del otro lado».
