En abril, las ventas en los supermercados sufrieron, en promedio, un retroceso del 2,4 por ciento. Es la primera vez que este indicador marca una baja en siete años, según un relevamiento de una consultora
La baja en la demanda de los supermercados estuvo conducida por la caída de las ventas de productos de almacén, lácteos, golosinas y artículos de limpieza, especialmente. Pero no fue por lo único. Las compras en los grandes comercios cedieron también por la suba de las ventas del 1,8 por ciento que registraron las almacenes, negocios de barrios y los pequeños autoservicios.
Los datos se desprenden un estudio que realizó la consultora CCR en el último mes. De acuerdo a la entidad, la caída del 2,4 por ciento de las ventas en supermercados es la primera en siete años. En tanto, los mayoristas registraron en abril un volumen de ventas similar respecto del mismo mes del año pasado.
Analizado por regiones, los supermercados del interior del país fueron los que más sufrieron la caída de las ventas, con un promedio del 2,6 por ciento en abril. Le siguieron los comercios de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires con un rojo del 2,2 por ciento.
El dato representa un cambio de tendencia muy pronunciado con lo que venía sucediendo en los últimos años, ya que entre 2008 y 2011 el incremento del consumo en las ciudades de menos de 100.000 habitantes había duplicado al de la Capital y el GBA, indica el relevamiento que publica un matutino porteño.
«Abril es un punto de inflexión en esta tendencia, ya que marca situaciones hasta el presente no vistas durante una serie histórica significativa. Y si bien durante 2011 hubo variaciones negativas, nunca fueron de esta magnitud», advirtió José Ignacio Amodei, director de CCR.
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