Vendían la materia prima (leche en polvo) a grandes multinacionales. Se juntaron, delinearon su propia compañía y ahora salen por sus propios medios.
De la mano de cinco empresarios agropecuarios del centro y sur de las provincias de Santa Fe y Córdoba, TamboPampa surge como grupo lácteo a finales del año pasado. Cansados de los desmanejos que la cadena mantenía sobre los precios, los productores apostaron a formar la primera consignataria del rubro para exportar leche en polvo.
El grupo exportador compuesto por El Paleta S.A. y Las Encadenadas S.R.L. de Miguel Torres; Hnos. Bisang y La Ramada de Esperanza; El Chiru Estancia S.A. de Traill y Monthey SA de Villa María, Córdoba, encontró en la leche en polvo el producto ideal para comenzar su incursión en el extranjero. “El mercado interno está muy competitivo, hay más de 1.000 empresas lácteas, por eso apostamos a salir con un producto al mundo con donde se puede tener una demanda más importante”, contó a punto biz el presidente de TamboPampa, Eduardo García Maritano.
El grupo tomó así un cupo de secado de 50.000 litro de leche diario cada una, con distintos destinos internacionales, pero el objetivo – según detalló el empresario – es poder organizarse para la exportación desde principio de año mientras se avanza con el otorgamiento de los ROEs por parte del Estado. Por el momento, TamboPampa comercializa 100 toneladas mensuales lo que se traduce en cuatro containers.
Actualmente, las empresas del Grupo exportan en forma indirecta vendiendo su producción a empresas como Sancor y Dreyfus. Este esquema de venta indirecta tiene un diferencial de precio entre u$s 5 y u$s 7 con la exportación directa. Tendiendo a este objetivo, el TamboPampa diseñó envases para leche en polvo, de 1 a 25 kilogramos, con marca propia.
Mientras que en otras cadenas del sector agrícola la institucionalización jugó a favor de la transparencia de los precios, la cadena láctea sigue esperando por este proceso. “La cadena sojera está institucionalizada, hay contratos y eso hace que cualquier conflicto que surja se dirima de forma equitativa, en lechería esto no pasa, esa es una de las razones por las cuales el rubro no crece en Argentina”, explicó García Maritano.
En ese sentido, y para saldar el gran desgaste que la falta de estructura generaba en los precios del producto, los empresarios apostaron a la integración vertical. “Nos anotamos como consignataria de leche, una figura muy común en ganadería y cereales donde el productor le otorga su producto en consignación, pero que en lechería no existía”, subrayó el empresario.
Esta modalidad de comercialización le permite al productor dialogar directamente con el industrial y en un contexto donde las transacciones se realizaban sobre contratos orales, con los consecuentes conflictos que ello implicaba, el grupo exportador modificó su forma jurídica para “desnudar la formación de precios del sector lácteo”.
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