Finalizada la cláusula de exclusividad con Milkaut, Asociación Unión Tamberos comenzó a comercializar la materia prima de sus asociados a través de Unión Solidaria, un sistema creado con ese objetivo. Ya venden alrededor de 2 millones de litros mensuales a otras dos empresas y han logrado mejorar el precio para los tamberos.
El 9 de octubre Asociación Unión Tamberos cumplió 88 años con muy buenas noticias para sus asociados. La más importante, sin dudas, es haber recobrado la potestad de comercializar la leche de sus tamberos.
“Estamos contentos por haber empezado a comercializar leche de los asociados”, declaró a Campolitoral Javier De la Peña, presidente de la institución. La iniciativa -explicó- se encaró porque “nos nos pudimos poner de acuerdo con Milkaut sobre la forma o las condiciones para entregar la leche”. Por el momento son unos 2 millones de litros mensuales que entregan entre 60 y 70 productores -sobre un total de 350 asociados que producen 15 millones de litros- que están siendo enviados a Sancor y Corlasa, aunque estiman que ese volumen irá creciendo.
Cómo funciona
Cuando tres años atrás se firmó la venta de Milkaut al grupo francés Bongrain se incluyó en el contrato una cláusula que determinaba que los asociados de AUT debía entregar su producción exclusivamente a la fábrica con sede en Franck. Esa disposición caducó el 31 de julio, por lo que desde agosto comenzó a funcionar un sistema denominado “Unión Solidaria” por el cual se negocia con otras firmas como cualquier pool.
En febrero, disgustados con los valores que pagaba Milkaut -menores al resto de las empresas de la región-, un primer grupo de 16 asociados de AUT redireccionó su producción hacia Sancor. Y hace dos meses se agregó otro que comercializa la leche con Corlasa de Esperanza.
“Los precios obtenidos, según la liquidación de agosto, fue un piso de $2,07 y un techo de $2,172”, precisó De la Peña, y agregó que los que siguen entregando a Milkaut se vieron beneficiados, ya que esa industria tuvo que mejorar los valores frente a esa competencia.
El presidente calificó como “ríspida” la relación que estaban teniendo con Milkaut, que se negaba a comunicar a la cooperativa los precios que abonaba a sus asociados. Y como la comercialización de leche figura en el estatuto desde los orígenes de AUT decidieron reflotar ese artículo. “Hoy hay poco más de 2 millones de litros de leche mensuales que se comercializan a otras dos empresas y próximamente tendremos algo más de leche que seguirá ese camino”, anticipó.
Según comunicó la cooperativa a sus miembros, el productor adherido a Unión Solidaria recibe la liquidación de las industrias y el 90% del precio. El 10% restante va a AUT, que luego de cubrir gastos operativos prorratea el saldo y lo devuelve a los tamberos. Además, la logística de recolección de los adherentes está a cargo de la cooperativa. Y para administrar la comercialización se contrató un estudio de Buenos Aires con 20 años de experiencia en la tarea.
Sobre la resolución 344
“Como primera medida manifestamos nuestro acuerdo con el sentido que tienen tanto la Liquidación Única como el pago por sólidos que exige la 344”, declaró Javier De la Peña. Sin embargo dudó sobre el momento más apropiado de ponerla en marcha: “no se si los tiempos son los correctos; ese sí es un tema discutible”.
Para el directivo, la principal anomalía que se corrige es la excesiva participación de las bonificaciones en los pagos de las grandes industrias. “Están por fuera del contexto normal que debería tener la lechería; hay productores que no entregan leche de calidad y cobran como si lo fuera: eso desvirtúa (el mercado) y pone en una situación incómoda a quienes se esfuerzan por tener alto contenido de sólidos y buena calidad”.
También recordó que “hace más de tres años que sabíamos que esto se venía, entonces hubo tiempo de que los productores trabajaran y la industria no se olvidara de que tenía que hacer vigente esto”.
De la Peña -además- aprovechó para remarcar las discrepancias con Milkaut: “hace más de dos años y medio que no tenemos datos de calidad de tamberos de la cooperativa porque desde la industria dijeron que era un activo de la empresa y no un tema nuestro”. En cambio Sancor y Corlasa -dijo- brindan sin problemas esa información, de la cual surge que “no hay problemas de calidad ni de componentes”.
Exitoso remate en una plaza amesetada pero con chances
Asociación Unión Tamberos realizó el pasado sábado 5 de octubre su tradicional remate de primavera. Se trató de la subasta número 30 de la cooperativa, en la que salieron a la venta 247 animales -113 vaquillonas adelantadas, 125 vaquillonas para entorar y terneras, y 9 toros- que se comercializaron en su totalidad, aunque con variaciones de precio mínimas respecto de los últimos dos años.
Las vaquillonas adelantadas y paridas promediaron $9.650, con máximo de $15.000 (que se pagaron por el mejor dúo RC) y mínimos de $7.800. Las vaquillonas para entorar valieron $5.475 (mínimo $5.000 y $5.650 de máximo); las terneras entre $3.000 y $4.850; y los toros entre $12.000 y $20.000. “Hace dos años vendimos a este precio, apenas se movió entre 5 y 7%”, dijeron desde la Cooperativa Guillermo Lehmann.
Migue Romano, martillero a cargo de la subasta, analizó la actualidad del mercado de hacienda lechera y destacó que “si bien los valores son los de unos años atrás, se ha recuperado un poco: se vende, hay candidatos porque el tambero hoy tiene un gran descarte por tuberculosis y como el precio de la vaca de descarte -gorda o conserva- se ha reacomodado muy bien, porque aumentó entre 30 y 40% y algunas categorías hasta 100%”. En este contexto, Romano consideró que el tambero hoy “aprovecha, vende dos vacas y compra una vaquillona de genética que le va a rendir mucho más”.
Se cayó la industrialización en el NOA
Un año atrás Campolitoral informó sobre un proyecto de AUT para procesar en Tucumán los 22.000 litros diarios que genera Milkaut del NOA, un campo en Catamarca que la cooperativa explota junto a La Ramada. Así lo habían aprobado los socios en la Asamblea General Ordinaria celebrada en agosto. El objetivo era “ahorrarse” el costo de flete para traerla hasta Franck con la idea de transformar la producción en leche fluida, quesos y yogurt para el mercado regional.
“Ese proyecto tuvo dos o tres problemas. El principal fue que no encontramos el socio que hubiéramos querido y eso nos implicaba una serie de riesgos impositivos y laborales; eso implicaba poner la empresa en riesgo”, argumentó Javier De la Peña. Como alternativa -agregó- consiguieron comercializar la producción a buen precio en la provincia de Catamarca, “con lo cual hoy es un proyecto que está en stand-by y que el día que lo encaremos creo que tendremos que hacerlo por nuestra cuenta con el socio que tenemos”.
Juan Manuel Fernández
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