Alarmante crisis láctea

La reducción de la producción de leche por baja rentabilidad e inundaciones incide en la gente que consume cada vez menos lácteos.
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Durante la última etapa del gobierno anterior, la industria láctea de nuestro país comenzó a sumergirse en una crisis que preocupa no sólo por su origen, sino también por la histórica baja del consumo de leche y sus derivados, que afecta a una población en la que hay infantes necesitados de este alimento. Otro aspecto que preocupa es la pérdida de fuentes de trabajo, por el cierre de tambos y la disminución de ganado, por una coyuntura económica que no es favorable a la industria y por inundaciones que afectaron superficies destinadas a las pasturas y crianzas de las vacas.
La crisis láctea comenzó a manifestarse con mayor dureza a fines de 2014, durante el gobierno kirchnerista, cuando la leche tuvo retenciones más altas que la soja. Esto impidió que los productores pudieran capitalizarse aprovechando los máximos históricos del precio de la leche. Desde ese momento el precio del producto tuvo una baja, agravada por las inundaciones en la Pampa Húmeda. La situación determinó que los precios perdieran referencia y que se dejara de consumir 4 L. de leche anuales, como consecuencia de la baja del poder adquisitivo y los aumentos de precios. El consumo anual de leche por habitante en 2016 fue de 23,12 litros, lo que representó una baja del 25,3% respecto de 2015. Además, en ese mismo período el consumo de leche en polvo disminuyó el 43,8%; de manteca 13,1%; de yogur, 9,8% y de leche líquida 9,3 por ciento. Por otra parte fueron 460 los tambos que cerraron por pérdida de rentabilidad. El año pasado se produjeron en el país 9.711 millones de litros de leche, un 10% menos que en 2015.
Para salir de este esquema, que afecta a muchas empresas líderes como la Cooperativa SanCor, especialistas en el tema sostienen que hay que corregir factores que llevaron a esta crisis, entre ellos la competitividad del sector industrial y de toda la cadena de valor, incluida el área laboral. Es inconcebible que en materia de precios internos cada tambero reciba de 3 a 4 pesos por litro de leche cruda -materia prima básica- mientras que el kilo de queso cremoso tiene un costo de $ 40 en góndolas. Con esta ecuación no hay forma que la industria mejore ni que la gente pueda evitar consumir cada vez menos lácteos, en un país famoso por su producción.
https://www.diariodecuyo.com.ar/editorialdeldia/Alarmante-crisis-lactea-20170627-0065.html

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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