Estos planes reciben un aporte de 16 millones de pesos en fondos no reembolsables.
El destino de esos fondos se orienta de acuerdo a la especificidad de la cadena. Para los productores lácteos se destacan 3221 hectáreas de pasturas, 4174 hectáreas de reservas y 544 vaquillas para mejoramiento genético.
En lo que refiere a la cadena citrícola se certificaron más de 135 mil plantas, se cuentan 292 hectáreas de riego; se construyeron 672 invernáculos y se adquirieron 171 máquinas.
A partir de la implementación del PRODAF, el 30 por ciento de los destinatarios se formalizaron y bancarizaron, accediendo a algún tipo de crédito o línea de financiamiento que no conocían o no habían utilizado hasta ahora.
Durante 2017 se entregaron 50 millones de pesos en este tipo de fondos y esto implica un gran apoyo para los pequeños productores de la provincia. La cadena láctea lleva aprobados 113 planes de negocio y la citrícola, 146.
Además, se logró que los productores -sin cultura asociativa- comenzaran a organizarse de manera colectiva y a plantearse objetivos y acciones conjuntas que les permitieron lograr escala, bajar costos de producción y tener mayor poder de negociación al momento de la comercialización.
Por último, el programa acompañó a estos productores con técnicos capacitados que los orientaron para lograr un cambio en sus formas de trabajo y producción. De esta manera pudieron adoptar tecnologías de procesos, aplicar protocolos de producción y – a partir de los cambios en la forma de producir- lograron generar planes de negocio para insertarse en mercados cada vez más competitivos.