Según se destaca en el relevamiento, las cifras están asociadas a modelos que reflejan los sistemas productivos más frecuentes, chicos, medianos y grandes, además de tener una consideración real sobre las posibilidades del tambo actuales, sin contemplar los impactos climáticos.
A largo plazo los valores son altísimos y se encuentran en mas o menos un peso de diferencia a pérdida para los productores chicos, que son los más débiles dentro de una cadena de pérdidas que sufre de esta forma desde hace muchísimos años. Del mismo modo pierden medianos y grandes por mucho, teniendo en cuenta el pago promedio informado para mayo desde la Subsecretaría de Lechería, con algo más de 5,40 pesos.
Leyendo más finamente los números, se entiende que hoy la diferencia entre medianos y grandes en cuanto a los dígitos es ínfima y nadie asegura en esta actividad una renta posible, sostenible y mucho menos, que permita recuperar todo lo perdido en un cúmulo de más de una década.
En el gráfico adjunto se puede apreciar el cálculo del INTA Rafaela en detalle.
Elida Thiery
EDairyNews
